El 23% de los niños y jóvenes en España sufre bullying, en línea con cifras de años anteriores. En el caso de la Comunitat Valenciana la cifra es mayor, el 26%. Así lo ha desvelado un estudio sobre sobre la percepción del bullying en la sociedad española realizada por la marca Totto con motivo del Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar que se celebra hoy.
De acuerdo con los datos del informe, 4 de cada 10 de los adultos valencianos aseguran haber sufrido bullying durante su etapa escolar. Entre estas víctimas, un abrumador 89% afirma que esta situación ha tenido consecuencias en su vida. Hasta el punto de que el 17% de valencianos acosados en la infancia reconoce que la experiencia lo ha marcado para siempre. Entre los efectos que señalan el 31% asegura que le hizo más introvertido, al 12% le generó ansiedad y al 11% le provocó depresión. Sin embargo, el 18% afirma que sufrir acoso escolar le hizo más fuerte.
La autoestima es otra gran perjudicada para los adultos que han sufrido bullying en España. El 45% reconoce que esta situación dañó su valoración sobre sí mismos aunque entre las mujeres españolas el porcentaje alcanza un 48%.
Especialmente alarmante resulta el aumento del ciberacoso, de un 10 a un 16% entre 2022 y 2023, mientras que la Comunitat Valenciana se sitúa un punto por debajo de la media nacional, con un 15%. Este incremento coincide con la popularización del uso de la inteligencia artificial de código abierto. Esta permite la creación de imágenes, videos y audios que suplantan la identidad de la persona. Una incidencia que no se alcanzaba desde plena epidemia de COVID-19, espoleada por el encierro en casa.
EL BULLYING DEJA MARCA: ADULTOS CON MENOS HABILIDADES SOCIALES
La etapa escolar desempeña un papel fundamental en la formación y evolución de las personas. Por esta razón, ser víctima de acoso durante este período es un asunto muy grave que puede tener importantes consecuencias en el crecimiento y desarrollo personal.
Una de las más importantes conclusiones del IV Estudio sobre la percepción del bullying es que, entre los adultos que lo sufrieron un 92% afirma que esta situación ha tenido consecuencias en su vida de adulto.
La psicóloga educativa, Silvia Álava, sostiene que «las secuelas del bullying van mucho más allá de la etapa escolar. Nos podemos encontrar adultos con un menor desarrollo de habilidades sociales, puesto que estas se deben trabajar en un entorno seguro y cuando el colegio deja de serlo, este desarrollo se puede paralizar».
El 50% de los adultos que reconoce haber sufrido acoso escolar en su infancia no se lo contó a nadie. Hoy en día, afortunadamente, el 52 % de los niños encuestados afirma que, si en sus colegios hay casos de bullying, lo solucionan rápidamente.
De entre los adultos que fueron niños acosados un 70% dice haber sufrido acoso psicológico, un 46% acoso verbal, un 39% fue víctima de acoso social, principalmente a través de la exclusión, y un 26% recibió agresiones físicas.
Entre los adultos que sufrieron de bullying, su manera de afrontarlo conllevó una mezcla de respuestas. Principalmente, el acoso finalizó poco a poco (73%), el 52 % reconoce que no supo cómo afrontarlo, el 46 % llegó a enfrentarse a los acosadores, el 42 % lo contó en casa y el 33 % dice que sus amigos le ayudaron a afrontarlo. Sólo el 14 % acudió al psicólogo o lo denunció y hasta un 13 % tuvo que cambiar de centro y un 9 % incluso de barrio.