EFE.- El Ayuntamiento de Valencia prosigue con una nueva fase de renovación de calles y aceras, unas actuaciones que según la alcaldesa, María José Catalá, van a ser continuadas porque son «vitales» para los barrios y, por ello, en los próximos años se incrementará el presupuesto municipal.
Catalá ha visitado este lunes las obras de renovación de calzadas y aceras que según fuentes municipales se llevan a cabo durante el verano en el barrio de Arrancapins, en el distrito de Extramurs.
Ha explicado que estas actuaciones forman parte de un proyecto, todavía en ejecución, que cuenta en un presupuesto de un millón de euros y afecta barrios como el de Arrancapins, Benimaclet, El Pilar y El Mercado, así como otras zonas de la ciudad como las grandes vías o el puente de Aragón.
«Quiero que este tipo de intervenciones forme parte del día a día de la ciudad, son pequeñas actuaciones que en realidad son grandes porque cuidan de lo pequeño», ha manifestado para asegurar que «el equipo de gobierno seguirá trabajando para que «Valencia sea una ciudad mucho más cuidada en las cuestiones básicas que preocupan al vecindario«.
Reformas ya finalizadas en Valencia
Ya se ha completado la renovación de calzadas y aceras en la calle de Dolores Marqués del barrio de Benimaclet, y ahora prosigue en las calles Marqués de Zenete, Salas Quiroga, Albacete, Santa Teresa, Peu de la Creu y Mestre Racional. También han comenzado a renovarse las aceras del puente de Aragón con baldosas de granito natural.
La alcaldesa ha resaltado que estas actuaciones se realizan durante los meses de verano «para ocasionar las menores molestias» posibles a los vecinos. «Nuestro objetivo es incrementar cada año la dotación presupuestaria para llevar adelante estas obras que mejoran, sin duda, la calidad de vida en los barrios de nuestra ciudad«, ha explicado.
La alcaldesa ha resaltado que «con estas intervenciones el equipo de gobierno quiere solucionar la multitud de deficiencias, hundimientos, roderas, baches y defectos encontrados en determinadas zonas del pavimento y que requieren el reasfaltado completo para ser reparados».
Adiós a las supermanzanas de la ciudad
Preguntada por los proyectos de las llamadas supermanzanas, promovidas durante el anterior mandato municipal de Compromís y PSPV, ha reconocido que no le parecen «proyectos atractivos» sino «plazas pintadas en el suelo» y en Valencia «ya no habrá más», sino que harán diseños de «plazas en condiciones».
Respecto a la proyectada en La Petxina, ha indicado que ella no es «de deshacer lo que ha costado dinero» -esta fueron 800.000 euros- pero que se le va a dar «una pensada» para hacer una plaza, con un parque infantil, zona de descanso y arbolado.
Sobre la supermanzana de la Roqueta ha dicho que están rehaciendo el proyecto para «convertirlo en una plaza en condiciones» y la de Orriols «seguirá, pero no como supermanzana».
Críticas por parte de la oposición
La portavoz socialista en el Ayuntamiento, Sandra Gómez, ha acusado a Catalá de «castigar» a Orriols y ha lamentado que la paralización «pone en peligro los 5,1 millones de la UE para la supermanzana».
Ha recordado que esta supermanzana ya está adjudicada por 2,4 millones de euros, que cuenta con fondos europeos y que responde a una reivindicación de los vecinos.
Para Gómez, la la alcaldesa «gobierna para unos pocos que comparten su idea de volver a hacer de Valencia una ciudad para los coches, hostil con los peatones y que camina en la dirección contraria del resto de ciudades europeas».
También ha señalado que la obra contempla una peatonalización definitiva del espacio y no una actuación de urbanismo táctico como en el caso de la Petxina.