El verano es sinónimo de buen tiempo, vacaciones, sol y alegría. Sin embargo, las altas temperaturas no siempre van de la mano de un estado de ánimo positivo, sino que, en ocasiones, ocurre lo contrario. Ante las altas temperaturas sabemos que debemos hidratarnos, evitar salir a la calle en horas puntas y ponerse protección. Pero, ¿Cómo afecta el calor a nuestro estado de ánimo?
El calor extremo tiene indudables consecuencias negativas en nuestro forma de enfrentarnos al día a día. Una de las acciones vitales que se ve afectada por las elevadas temperaturas es el sueño. Por el calor se duerme menos y se descansa peor, lo que conlleva que estemos más irascibles y agresivos.
El psicólogo Enric Valls afirmaba en el programa ´Valencia en Abierto´: «el sueño tiene una directa relación con las hormonas del descanso, la melatonina, serotonina y dopamina necesarias para el día a día». Por ello, la ausencia de un descanso por las noches del verano aumentan la ansiedad, el estrés y el mar humor durante el día.
Además, no solamente se nota en el descanso, sino que también nos repercute en el trabajo. Valls hablaba sobre la posibilidad de sentirse incómodos en el trabajo con «la irritabilidad de sudar, y no tener un estado cómodo».
Además, las altas temperaturas en episodios de olas de calor, provocan muchas preguntas. ¿Cuándo acabará este calor? ¿Cómo no pasar tanto calor? ¿Qué temperatura alcanzaremos? Preguntas, todas ellas, de difícil respuesta, ya que si bien, podemos aproximar lo que pueda suceder, no podemos dar un respuesta 100% satisfactoria. Ante ello, Eric Valls, aconseja no buscar respuestas a las preguntas ya que puede provocar angustia y paralización.
«Hay preguntas que no tienen respuesta, debemos dejarlas pasar y poner remedio en lo que este en nuestra mano. Puedo mediar el calor a través del aire acondicionado o salir en horas donde el calor disminuye», asegura el psicólogo.