Eran las 22:50 horas del domingo cuando el Euromed Alicante-Barcelona accedía a la estación de Sants. Los pasajeros ya estaban agotados por un trayecto que acumulaba más de media hora de retraso, algo muy habitual en esta línea de Renfe. Sin embargo, la estupefacción fue mayor cuando los más rezagados descubrieron que no podían salir del tren: los vagones ya habían sido cerrados.
Según ha publicado Las Provincias, una de las viajeras ha sido quien ha denunciado el suceso. «Nos habían abandonado a nuestra suerte», critica María. Esta pasajera, al igual que otros viajeros, se procedía a salir del vagón cuando se cerraron todas las puertas. Aunque trataron de abrirlas con los botones de apertura automática, no hubo suerte.
Los afectados por el encierro de Renfe intentaron localizar a algún trabajador del tren pero ya no quedaba ninguno. También buscaron establecer contacto visual con estos a través de las ventanillas, una tarea que resultó imposible. María asegura que o no les hicieron caso o no les oyeron.
Fueron otros viajeros que caminaban por el anden quienes se dieron cuenta de la situación y se dirigieron a las oficinas de Renfe a buscar auxilio aunque la pasajera explica que «nadie supo qué hacer».
Ante la imposibilidad de salir, los pasajeros encerrados recurrieron a las palancas de apertura manual para emergencias. Sin embargo, esta no es fácil de usar y una chica resultó herida en la pierna al forzarla. Tras quince minutos de encierro, los viajeros lograron abrir las puertas y abandonar el tren.
Ahora Renfe ha abierto un expediente informativo para esclarecer lo sucedido tras las reclamaciones recibidas por parte de los afectados. Se desconoce si fue un fallo de protocolo, una avería del Euromed o un problema de logística.