Se acerca la famosa noche del ‘truco o trato’ en todo el mundo. Calles llenas de jóvenes reunidos alrededor de un montón de botellas de alcohol, suele ser una de las imágenes más usuales del Halloween valenciano.
Evitar el botellón el próximo lunes 31 de octubre es el objetivo que se ha marcado la Asociación de Hostelería Responsable de Honduras-Blasco Ibáñez. Para ello, el colectivo ha remitido un escrito al concejal de Seguridad Ciudadana, Aarón Cano. En él reclaman el refuerzo de los dispositivos de seguridad y mayor presencia policial en la zona de Honduras y Blasco Ibáñez ante el riesgo de que los macrobotellones vuelvan a «invadir el barrio».
Los hosteleros señalan que este año las expectativas de festejar Halloween pueden batir récords y superar las cifras de 2019. El colectivo ha transmitido al edil su preocupación por que se repitan las imágenes de los botellones en el barrio y que estos puedan desencadenar una nueva crisis sobre los problemas de convivencia.
Aseguran que al margen de los problemas de ruido; la venta ilegal de alcohol; las peleas y destrozos de mobiliario urbano, los botellones siempre terminan afectando a las terrazas sin que estas tengan nada que ver con la problemática asociada a las concentraciones.
En este sentido, recuerdan que la crisis por el recorte de las terrazas tuvo su origen en el estallido de los macrobotellones. Fue en la pandemia cuando se prohibió la actividad de la hostelería y sus terrazas con los toques de queda. Por ello, los hosteleros reclaman al Ayuntamiento que pongan el foco en «las verdaderas causas de los problemas de contaminación acústica y convivencia vecinal» y «que dejen de culpabilizar a las terrazas».
Nueva protesta contra los recortes: jornada de cierre de terrazas
Por otro lado, la Asociación de Hostelería Responsable de Honduras ha anunciado una nueva protesta. Según han avanzado, esta tendrá lugar el próximo del miércoles 2 de noviembre.
El acto consistirá en el cierre de las terrazas de todos los locales que se adhieran. Se busca seguir reclamando la paralización del Plan Especial de recortes de las terrazas en Honduras y adyacentes. También se pide la reactivación de una mesa de trabajo y negociación para abordar los problemas de ruido e inseguridad a los que se enfrenta el barrio.