La plaza de la Reina ha abierto y los pulverizadores de agua han causado sensación al refrescar a los viandantes. Las obras de remodelación han permitido la peatonalización de cerca de 12.000 m² de esta emblemática plaza de la ciudad.
Las obras se iniciaron en abril del año pasado a cargo del despacho del arquitecto José María Tomás en UTE con Edifesa-Collosa. Han permitido sustituir una rotonda para el tráfico rodado por un espacio diáfano para disfrutar de perspectivas renovadas del Micalet, la puerta barroca de la Catedral y Santa Caterina.
La pavimentación de la plaza es con piedra calcárea antideslizante de tonalidades que ayudan a no absorber el calor. Los trabajos realizados incorporan una zona de juegos infantiles, toldos de diferentes alturas, lavabos públicos, 1.378 arbustos y 115 árboles. También se han instalado dos fuentes de agua, 900 asientos en 465 metros lineales, bancos adaptados, contenedores soterrados, 30 plazas de aparcabicis. La zona ajardinada incluye aspersores-difusores de agua, puntos de luz en el suelo, pívots retráctiles para permitir el acceso de vehículos autorizados y de emergencia. También dos monolitos con información documental adaptada al lenguaje Braille y una oficina de información y turismo. Además, se ha recuperado la parada de Valenbisi, la zona de carga y descarga con horario delimitado y se han reubicado los quioscos ya existentes en la plaza.
El aparcamiento, que también se pone hoy en marcha bajo la gestión de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Dispone de 228 plazas para coches -de rotación y alquiler-, seis plazas para personas con movilidad reducida. También 48 plazas para motocicletas, 20 para bicicletas, nueve cargadores de bicis y/o VMP eléctricos y siete cargadores para vehículos eléctricos. Así como un sistema de busca de la plaza de aparcamiento mediante la introducción del número de matrícula en las pantallas a disposición de las personas usuarias.