Un bebé, cuyos padres son hermanos, muere tras nacer con grandes problemas de salud. Los hechos han tenido lugar en un municipio de Uzbekistán. El Ministerio uzbeko de Salud informa que el pequeño nació con ictiosis congénita severa. Se trata de un trastorno hereditario que ocasiona piel seca que pica y parece escamosa, áspera y roja. Normalmente, la ictiosis solo afecta a la piel, pero a veces también puede afectar a los órganos internos.
La madre de 34 años dio a luz a las 35 semanas de embarazo, el pequeño medía 47 centímetros. El Ministerio de Salud resalta que «en medicina está comprobado que, en la mayoría de los casos, los niños nacen con diversos defectos genéticos si se trata de un matrimonio de parientes cercanos«.
Las autoridades sanitarias piden que cuando quieran formar una familia parientes cercanos, antes se sometan a un examen médico. De este modo, evitarán muertes prematuras de bebés que no tienen culpa de nada.