La científica Shanna Swan asegura con un estudio que los penes están encogiendo debido a la contaminación. El mal ambiente exterior influye también en el estrés, empeora la visión y hace que estemos menos concentrados.
Shanna Swan ha publicado un libro llamado “cuenta atrás”. Asegura que la forma de vida actual está amenazando el conteo de espermatozoides. «Alterando el desarrollo reproductivo masculino y femenino, poniendo en peligro el futuro de la raza humana». Nuestra forma de vida hace que «aumenten los casos de disfunción eréctil y disminuyan la fertilidad, también daría lugar al nacimiento de bebés con penes cada vez más pequeños«.
De hecho, si la disminución continúa al mismo ritmo, para 2050 muchas parejas deberán recurrir a la tecnología, como la reproducción asistida, los embriones congelados, incluso los óvulos y el esperma creados a partir de otras células en el laboratorio, escribe Swan.
El libro aporta datos de situaciones alarmantes que ya se están observando en la naturaleza: En Estados Unidos se está produciendo una depresión sexual masiva. Hay una disminución del deseo sexual de las personas.