Valencia vive un nuevo boom inmobiliario y encontrar un piso tanto para comprar como para vender es cada vez más complicado. Hay demanda, pero no suficiente oferta. Sin embargo, la escasez no supone una desventaja para todos los valencianos.
«Es el mejor momento para vender», asegura Isabel Andrés, directora de producto en Percent Servicios Inmobiliarios. Aun así, señala que es una situación agridulce para el comprador: «Tienen que correr mucho, no pueden hacer una compra tranquila ni reflexiva».
La dificultad para encontrar una vivienda no ocurre solo en Valencia ya que el resto de la península vive la misma situación. Los últimos datos del INE indican que la compraventa de viviendas en nuestro país ha aumentado en un 25,6%. Esta misma estadística señala que solo el 19,4% de las viviendas vendidas en marzo eran nuevas y el 80,6% usadas.
Además, el portal de Fotocasa ha revelado que la compra está por delante del alquiler. A día de hoy el 50% de la demanda inmobiliaria se centra en la compra de viviendas mientras que el 38% busca alquilar. «En el alquiler pones una vivienda hoy y en una hora hay veces que tienes 40 posibles inquilinos«, explica Andrés.
EL SEGUNDO BOOM INMOBILIARIO DEL NUEVO MILENIO
A pesar de la comparativa de la situación actual con la burbuja inmobiliaria vivida a principios de siglo, la experta detalla que existen algunas diferencias. «No hay tanta construcción nueva, estamos más en el mercado de segunda mano. La sensación es similar pero no es el mismo mercado».
Además, señala que ahora el nivel de exigencia para los inquilinos es muy alto si quieren alquilar. «Exigen prácticamente la misma documentación que un banco cuando vas a introducirte en una hipoteca», confiesa.
Respecto a los precios del mercado valenciano, Isabel Andrés reconoce que aún se sigue sorprendiendo. «Hoy, una vivienda digna en poblaciones del área metropolitana por menos de 500-550 euros es difícil. Y en Valencia ciudad están por 1.000 euros», destaca.