El maestro pirotécnico Vicent Carsí y su empresa Tamarit han disparado una mascletà reivindicativa por el «No a la Guerra» de Ucrania. La traca valenciana ha dado inicio al espectáculo pirotécnico, seguido de truenos aéreos. Hemos disfrutados de una secuencia de truenos digitales, muy bien combinados con volcanes, silbatos y truenos aéreos. Ha acabado con un potente terremoto final terrestre en 4 fases y un final aéreo digitalizado alrededor de la Catedral de la Pólvora.

 Vicent Carsí ha manifestado la mascletà está dedicada «a un pueblo que solo quiere la paz». El valenciano fue uno de los 106 españoles que el pasado fin de semana fueron repatriados desde Ucrania. Este había viajado al país junto a su familia días antes de comenzar el conflicto bélico. Allí iban a asistir a la boda de su hija, la cual tuvo que suspenderse tras la invasión.

Cinco días es el tiempo que esta familia tardó en recorrer 200 kilómetros hasta la frontera de Polonia. Atrás dejaban a uno de sus hijos, muchos amigos y una casa en propiedad que no saben si continuará tras la guerra. «El pueblo donde tenemos nuestra casa de allí tiene un aeródromo. Por eso, ha sido uno de los primeros puntos que ha bombardeado el ejército ruso», explicaba en la televisión autonómica. Sin embargo, no dudó en reconocer que «eso ahora ya es lo que menos importa».

Vicent Carsí también está implicado en la acogida de niños ucranianos a través de la Fundación Juntos por la Vida. Desde esta ONG ya han comenzado a recibir a las primeras familias que viajarán próximamente a Valencia.

Según indicaron ayer por medio de un comunicado, estas familias están llegando a la estación de Przremysl (Polonia). Allí es donde el equipo de la fundación está colaborando con el operativo de evacuación. En cuestión de días comenzará el traslado en autobuses y llegada a Valencia.

En el año 2020 iba a ser su año de debut en la plaza del Ayuntamiento con una mascletá que además iba a estar dedicada a Chernóbil. La fundación «Juntos por la Vida» celebró en 2020 los 25 años desde el primer acogimiento de niños y niñas de la zona donde tuvo lugar la mayor catástrofe nuclear de la historia. Pero a causa del viento tuvo que ser suspendida y posteriormente llegó la cancelación total a causa de la pandemia.