Aunque el éxito de las campañas de vacunación en nuestro país han reducido en buena medida la gravedad de la pandemia a nivel sanitario, los contagios siguen subiendo con la aparición de nuevos síntomas en las personas vacunadas.
A pesar de que el coronavirus en los inmunizados suele ser mucho menos grave que en las personas que no lo están, sólo en muy raras ocasiones requiere de ingreso hospitalario, es importante estar alerta ante cualquier indicio que de la enfermedad. Sobre todo teniendo en cuenta que las personas vacunadas infectadas sí que pueden transmitir el virus.
Los síntomas que suelen aparecer en las personas vacunadas es el exceso de mucosidad y las cefaleas. Pueden ir acompañadas de estornudos, sensación de ahogo y tos seca. No obstante, el síntoma más indicativo sigue siendo la pérdida de olfato y/o de gusto.
Además, el coronavirus también puede causar dolor muscular, cansancio y náuseas. Sin embargo, estos tres síntomas son menos frecuentes entre los ya inmunizados y más propios de los no vacunados.
¿CÓMO ACTUAR SI DESARROLLO ESTOS SÍNTOMAS?
Ante esta subida de los casos, desde las diferentes autoridades sanitarias se insiste en no bajar la guardia. A pesar de que las vacunas hacen que la transmisibilidad del virus descienda, esto no evita que este pueda mutar y evolucionar.
Cabe mencionar que los expertos ya habían previsto que este incremento de la incidencia se produjera. Esto se debe al surgimiento de otras enfermedades respiratorias durante la etapa otoñal e hibernal. Además, el aumento del tiempo que pasan las personas en espacios cerrados y, sobre todo, las reuniones de ámbito social como las familiares propician esta subida.
La autoridades sanitarias han pedido a la población saber detectar todos los síntomas descritos y tomar medidas al respecto. Las más optimas y eficaces son la realización de un test junto a un aislamiento preventivo.
