La Catedral de Valencia instala una plataforma metálica flotante, a la altura de la bóveda interior sobre el presbiterio. A partir de la semana que viene empiezan los estudios de las afecciones de los frescos renacentistas de los ángeles músicos. La colocación de la plataforma, de unos 150 metros cuadrados e instalada a 12 metros de altura, necesitó del montaje de unos andamios interiores que ya han sido totalmente retirados.
Los técnicos empezarán las obras para determinar el origen de las afecciones de los ángeles músicos. Una acción de restauración tras la aparición hace cerca de dos años de eflorescencias en varios puntos de los frescos.
Así, desde esta plataforma, los técnicos podrán trabajar y tendrán acceso a toda la superficie pintada de la bóveda. Realizarán las catas, durante seis meses se centrarán en una “toma de datos”, para averiguar las patologías.
El equipo de técnicos y expertos para llevar a cabo esta intervención está formado por restauradores de Bellas Artes y físicos de la Universidad Politécnica y el propio arquitecto responsable de la obra, que asegura que es necesario “no sólo reparar sino averiguar el porqué de los daños, saber de dónde proceden, para responder con una adecuada intervención definitiva que resuelva el problema”.