Los investigadores de la desaparición de Anna y Olivia saben que el tiempo corre en su contra y que esto puede llevar a que el caso se quede sin resolver. Las niñas de Tenerife desaparecieron con su padre, Tomás Gimeno, hace 20 días. El padre de Anna y Olivia nunca admitió la separación de su expareja, Beatriz. A la que puso un detective cuando ya no eran pareja. Los amigos de Tomás aseguran que él no quería que las niñas convivieran con la nueva pareja de Beatriz.

La madre de las niñas comparte muchas fotos y vídeos en redes sociales con imágenes de las menores, por si alguien las hubiera visto, en España o en el extranjero. La Guardia Civil de Tenerife se centra en el mar, donde apareció vacía y a la deriva la lancha del padre. Los agentes saben que es difícil encontrar alguna pista por la enorme profundidad de esas aguas y por su orografía rocosa.

La noche de la desaparición, Tomás envió varios mensajes de despedida a sus padres y amigos. Los agentes han registrado la casa del padre y de sus abuelos paternos sin que hayan aparecido nuevas pistas.