La agricultura y ganadería valenciana han perdido 180 millones de euros a causa del coronavirus. Desde el inicio de la pandemia hasta ahora, la venta se ha desplomado. Los agricultores continúan desechando mucho género ante la poca demanda y los ganaderos se han visto forzados a sacrificar el ganado.
Las restricciones en la hostelería han sido un llevar golpe para la agricultura, puesto que son su fuente principal. También lo ha sido para la ganadería puesto que ha disminuido de manera drástica la demanda de carne y leche.
Además, la suspensión de los ‘bous al carrer’ y la negativa del Consell a destinar ayudas a estos ganaderos ha forzado al sacrificio de más de 3.000 reses bravas. El sector continúa inmerso en una profunda ruina. Pero como su actividad no ha cesado, no se los considera dignos de percibir ayudas económicas.
El coronavirus ha dejado unos daños irreparables en el agro valenciano. Hasta hoy, el balance es muy negativo y el futuro todavía es inestable e incierto.