El uso de la mascarilla es, junto con la distancia social, la mejor garantía para evitar el contagio por Covid. Sin embargo, los fisioterapeutas del grupo sanitario Ribera han detectado un aumento de pacientes con dolor cervical, de cabeza y de la articulación temporo-mandibular (ATM) por el uso prolongado de la mascarilla.
“Hay muchas personas que al usar mascarilla comienzan a respirar de forma oral en lugar de forma nasal. Esto ocasiona que la lengua esté baja y retraída para dejar sitio para que pase el aire. A su vez hace que la posición de las vértebras cervicales se rectifique”, explica el supervisor de Fisioterapia del Hospital Universitario de Torrejón, Enrique Gonzalvo.
Arantxa Villagordo, fisioterapeuta en el Hospital Universitario de Torrevieja, añade que la mascarilla reduce el ángulo de visión inferior. Esto obliga a realizar una hiperflexión de cuello, sobrecargando así la musculatura posterior de cuello y cabeza.
También se produce lo que los expertos llaman una “disfunción en la movilidad de la mandíbula”. Condiciona esa alteración del tono normal de la musculatura en esa zona. La fisioterapeuta explica también que “al llevar la mascarilla sobrecargamos la mandíbula y tendemos a realizar una respiración más superficial”.
Esa pequeña apertura de la boca se mantiene incluso al hablar, lo que dificulta la vocalización pero también afecta a la ATM. Cáceres advierte que la disminución en la expresividad de nuestro rostro “hace que hablemos más alto». Esto también puede afectar a la musculatura fonatoria.
Su compañero en Torrejón explica que en las consultas se ha detectado un mayor número de personas que aprietan mucho los dientes al usar la mascarilla. “Este gesto también provoca dolor cervical ya que el músculo temporal cizalla la unión entre el hueso temporal y el parietal cuando está contraído por largos periodos de tiempo”, asegura Gonzalvo.
Ejercicios y rehabilitación recomendados por las mascarillas
Los expertos aconsejan realizar una respiración consciente, tomando aire por la nariz y llevándola al abdomen. Arantxa Villagordo recomienda el automasaje para relajar la mandíbula. “Previo lavado de manos con agua y jabón, presionaremos con el dedo índice al fondo de la última muela superior del lado contrario. Posteriormente se realiza un ligero movimiento en forma de C, repitiendo esta maniobra diez veces por cada lado».
El supervisor de Fisioterapia en el Hospital de Torrejón añade a ese automasaje la recomendación de hacer el “ear pull”, es decir, el tirón de orejas. Es una técnica empleada en osteopatía craneal para la descomprensión del hueso temporal, de vital importancia en la ATM. “Tumbados en una posición cómoda, realizaremos una presa con nuestros dedos pulgar e índice sobre el lóbulo de la oreja. Después, haremos tracción de forma suave hacia los pies, para ir notando poco a poco que los tejidos de esa zona se relajan”.
Enrique Gonzalvo recomienda realizar ejercicios de apertura y cierre de la boca, desplazamientos del hueso inferior de la mandíbula en ambas direcciones para estirar la musculatura. Y por último, estiramientos cervicales, llevando la oreja hacia un hombro y manteniendo la tensión durante 30 segundos.