El Valencia CF consigue un triunfo en Mestalla por 2 goles a 0 frente al Celta de Vigo. Manu Vallejo es el jugador que más ha destacado en un partido donde han habido una estrategia más a la defensiva que ofensiva.
La principal novedad del Valencia para el partido de hoy era la vuelta de Jasper Cillessen a la portería tras su calvario de lesiones, aunque no era la única del once titular sacado por Javi Gracia, ya que Álex Blanco partió de inicio en el ataque ante un Celta en el que era imposible no darse cuenta lo mucho que echan en falta a Iago Aspas, sancionado por acumulación de tarjetas. Los primeros veinte minutos del partido pasaron como si nada ya que ambos equipos movían la pelota, pero no creaban ocasiones de peligro, hasta que un disparo de volea de Daniel Wass entró por toda la escuadra, pero rápidamente fue anulado por un claro fuera de juego que fue ratificado por la revisión del VAR. De esa ocasión hasta el final de los primeros 45 minutos, difícil rescatar algún momento destacable digno de comentar, un primer tiempo sobrio, táctico y con muchos errores por parte de ambos equipos.
La segunda mitad continuó con el mismo guión, partido con imprecisiones y sin ocasiones claras. Un balón largo al hueco dejaba a Maxi Gómez solo de cara a portería cuando fue derribado por una entrada de Rubén Blanco que en principio no fue señalada como falta, pero tras las protestas de los jugadores valencianistas y la revisión en el VAR, el árbitro decidió que sí había habido contacto y por tanto pitó la falta fuera del área y expulsó al guardameta del Celta. Iván Villar tuvo que saltar al terreno de juego sin apenas calentar y el hombre sacrificado por Coudet fue Facundo Ferreyra, que lo tocó ser el peón que cae para cubrir la baja del portero expulsado. Javi Gracia movió el banquillo dando entrada a Kevin Gameiro por Álex Blanco que se retiró del campo sin haber realizado ninguna acción destacable. La entrada del francés provocó más movimiento en el área celeste y se vió rápidamente reflejado con una ocasión tras un centro lateral que si no llega a ser despejada por Iván Villar, le llegaba a placer a Gameiro que solo hubiese tenido que empujarla. Llegaron los últimos minutos de partido y la desesperación y las prisas empezaron a afectar al Valencia que seguía sin estar preciso en los pases, y el Celta daba por bueno un empate teniendo en cuenta la situación, de estar sin su mejor jugador por sanción, y haber jugado la última media hora con un hombre menos, así que decidió encerrarse atrás y aguantar el resultado. Pero la entrada de Manu Vallejo resultó ser decisiva y abrió la lata en el tiempo de añadido que terminó siendo ampliada por Gameiro en la última jugada del partido.