El Consejo General de Enfermería cree primordial que “la población y los profesionales utilicen mascarillas autofiltrantes, conocidas como FFP2 en lugares cerrados. Sobre todo en aquellos lugares cerrados, poco ventilados y con aglomeración de gente como el transporte público. Y en especial en aquellos donde haya más probabilidad de concurrir con personas portadoras del virus por ejemplo, centros sanitarios, farmacias, sociosanitarios.
Esta medida ya la han tomado en países europeos como Francia, Alemania y Austria, allí es una medida obligatoria para evitar contagios de coronavirus. Los expertos aseguran que su uso es una medida capital para evitar la expansión del coronavirus y el colapso de la Sanidad. «Con esta medida se evitarían muchas muertes más de las que ya lamentamos”. Así lo asegura el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.
Los sanitarios dicen que es una buena medida con una tercera ola de la pandemia desbocada. Días con contagios que baten récord, con una mortalidad creciente. A esto hay que añadir el descubrimiento de nuevas cepas. También alertan del contagio del COVID-19 a través de los aerosoles. Por ello, demandan que se hace necesario incrementar las medidas de protección.
El Consejo pide reducir los impuestos y fijar un precio máximo de venta al público para las mascarillas FFP2. El presidente del Consejo, Florentino Pérez Raya, mantiene que deberían ser gratuitas para los colectivos más vulnerables.