El tráfico en coche por dentro de la ciudad ha caído entre un 5’7% y un 8’6% desde el 1 de septiembre hasta el 31 de octubre respecto a 2019. En cambio, la bicicleta se mantiene y, incluso, sube en algunas zonas respecto al año pasado.
El tráfico de los carriles-bici de la ciudad de València se mantiene prácticamente estable. Durante los meses de septiembre y octubre tienen la misma actividad respecto a las mismas fechas del año pasado. Según ha explicado el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, en una jornada organizada por la Red de Ciudades de la Bicicleta.
También las entradas y salidas de la ciudad en automóvil han registrado caídas significativas respecto a las mismas fechas de 2019. Así, la primera quincena de septiembre hubo un descenso del 5’5% de los vehículos motorizados que entraron y salieron de València. La caída fue de un 6’1% en la segunda quincena de septiembre. En la primera quincena de octubre fue de un 3’9% y en la segunda quincena, de un 8’4%.
La movilidad o tráfico en bici por dentro de la ciudad
La movilidad urbana en bici por dentro de la ciudad varía de unas zonas a otras. Así, los carriles-bici de las avenidas de Blasco Ibáñez y Tarongers registran caídas de hasta el 42% por la afectación del descenso de la actividad universitaria mientras que otras zonas experimentan incrementos importantes. Así, el carril-bici de la calle de Russafa registra un paso medio diario de 3.000 bicis y patines, un 5’8% más que en 2019. También el carril para bicicletas del pont de les Arts, desde la avenida de Burjassot, supera las 3.400 bicis de media en el día, un 7’4% más que el año pasado. Grezzi ha asegurado también que “en los puntos de máximo paso del anillo ciclista, el tráfico también se ha incrementado respecto al año pasado alrededor de un 4%».