La prensa japonesa publica que el joven dictador Kim Jong-un se encontraría en «estado vegetativo» tras un fallida operación de corazón. La falta de transparecia y libertad informativa en Corea del Norte ha disparado los rumores. Un canal de televisión de Hong Kong asegura su muerte afirmando tener «una fuente muy sólida». Hay informaciones de que médicos chinos se han desplazado hasta Corea del Norte para atender al dirigente comunista.
Las hemerotecas nos recuerdan que no es la primera vez que Kim Jong-un desaparece por un período prolongado de tiempo. En 2014 también tuvo lugar un episodio similar que también alertó a los medios de comunicación internacionales, generando varias teorías. En aquella ocasión reapareció un mes más tarde con una ligera cojera. Al parecer, estuvo apartado por una operación de los tobillos.
La última vez que se vio al líder norcoreano fue el pasado día 11 de abril cuando presidió una reunión del Partido de los Trabajadores. Pero pocos días después ya no asistió a un acto para conmemorar el aniversario de su abuelo, Kim Il-sung. La publicación Daily NK, un digital de Seúl, ha informado que Kim se recuperaba tras haberse sometido a una intervención el día 12 de abril. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no ha querido pronunciarse sobre la noticia que está teniendo mucho impacto en el continente asiático. Saldremos de dudas en los próximos días, el tiempo dirá lo que ha sucedido en la república comunista más hermética del planeta.
El ministro de Defensa de Corea del Sur, Jeong Kyeong Doo, ha alertado que han detectado un aumento de la actividad aérea militar en Corea del Norte. Esto podría deberse a la prevención ante un incremento de la tensión en la región. Existen rumores de que Kim tiene serias deficiencias orgánicas por tratarse de un gran fumador. También sufre evidente obesidad y cuenta con antecedentes familiares relacionados con problemas de corazón.