La Catedral de Valencia ha iniciado las obras para la reparación de las filtraciones que se producen por la cubierta en la Capilla del Relicario. Una estructura del siglo XIX, y que habían motivado la retirada de las reliquias a otro lugar de la Seo. Por ello, han colocado una lona protectora de color blanco durante los últimos meses.
Estos días han colocado los andamios una vez que el Ayuntamiento ha otorgado la licencia de obras. Por su parte, la Dirección General de Cultura y Patrimonio también ha dado las autorizaciones pertinentes.
Las obras esta previsto que duren unos tres meses. Ante el creciente deterioro por el aumento de las filtraciones han acelerado la obra de recuperación. Los trabajos serán sufragados con fondos propios de la Catedral y se llevan a cabo por personal especializado.
La Capilla del Relicario, que fue construida a comienzos del siglo XIX como una prolongación de la antigua sacristía. Cuenta con una cubierta de teja y una linterna en su parte superior. La entrada de agua de lluvia se produce a través del tejado y de las mismas piezas de alabastro, según el arquitecto Salvador Vila.
Desmontaje de la cubierta original y colocación de una capa impermeabilizante de la Catedral
Para llevar a cabo la reparación, se colocará sobre la Capilla del Relicario una cubierta provisional. Esta estará por encima de la cubierta original de la propia Capilla que será desmontada por completo, con sus tejas, tablero, rastreles y vigas.
“Se sustituirán todas las vigas de madera utilizando los mismos huecos de empotramientos y apoyos que tienen. Tanto en el muro de ladrillo que da a la calle como en la fábrica de sillería que cierra las capillas absidiales”, ha explicado el arquitecto de la Catedral. En caso de no ser posible el desmontaje de las vigas “serían reforzadas ampliando su apoyo”.
Bajo la cubierta se colocará una “capa de material de aislamiento térmico e impermeabilizante”. Cuando esté montada de nuevo la cobertura de teja, en las ventanas de alabastro que protegen los huecos de la linterna sobre la capilla “se realizará también una labor de saneado y se sellará cualquier punto susceptible de entrada de agua de lluvia”.
Una vez se haya secado el interior de la Capilla del Relicario, ahora húmeda por las filtraciones, se procederá también a su restauración completa, incluidas su decoración y las pinturas al fresco, así como los armarios de las Reliquias.
Sin embargo, “cabe recordar que el Cabildo tiene proyectado, para cuando sea posible, dotar a la cúpula de la Capilla del Relicario de su propia cubierta y al mismo tiempo eliminar el muro y el tejado que la ocultan”, ha preciado el arquitecto. De esta forma “también se liberarían las fachadas góticas de los absidiolos y las gárgolas dejarían de lanzar definitivamente el agua de lluvia sobre el tejado”.