Las medidas de confinamiento y aislamiento domiciliario adoptadas por la crisis sanitaria del coronavirus han traído consigo una mejora significativa de la calidad del aire. Según datos de las mediciones realizadas por la Conselleria de Agricultura.
En la última semana del mes de marzo, la concentración de dióxido de nitrógeno y otras partículas contaminantes se han reducido a la mitad. Según datos recogidos en todas las estaciones de las aglomeraciones urbanas, respecto al mismo periodo del pasado año.
Los descensos más acusados, en términos relativos, se han registrado en la estación de Valencia-Bulevar Sur. Marcan valores medios en el mes de marzo de 23 µg/m³ cuando, el año pasado en estas mismas fechas, la concentración en ambiente de este contaminante era de 43 µg/m³. Lo mismo pasa en la aglomeración de Alicante y Castelló En la estación de Alacant-El Pla, los datos medios de este mes se sitúan en 16 µg/m³, frente a los 33 µg/m³ del año pasado, mientras que la medición de Castelló-Patronat d’Esports arroja concentraciones de 10 µg/m³, lejos de los 26 µg/m³ habituales.
Estas caídas que también se han registrado en estaciones como València-Pista de Silla. Pasando de 40 µg/m³ en marzo de 2019 a los 21 µg/m³ de valores medios en lo que llevamos de mes. Estos datos dan cuenta del impacto sobre la calidad del aire del descenso del tráfico rodado, directamente relacionado con el dióxido de nitrógeno; el parámetro contaminante que ha registrado una mayor reducción por encima en algunos casos del 50 %.
La Red Valenciana de Vigilancia y Control está formada por 65 puntos de medición. Están repartidos en las tres provincias de la Comunidad Valenciana. Las estaciones de la red miden en continuo los niveles de los principales contaminantes. Registran diariamente unos 92.000 datos diez-minutales y más de 33 millones de datos al año. Sin incluir las determinaciones analíticas hechas en laboratorios, que suponen cerca de 21.500 datos anuales.
La Red, a través de las diferentes estaciones que la componen, realiza mediciones en continuo de diferentes parámetros contaminantes. Entre los que destaca el dióxido de azufre, partículas en suspensión con diámetro inferior a 10, 2.5 y 1 micras. También estudian el dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono, ozono y Benceno. También se lleva a cabo el análisis de metales como el Arsénico, Níquel, Cadmio y Plomo para proteger la salud humana, la vegetación y los ecosistemas.