La comisión de seguimiento Fallas UNESCO ha propuesto un documento con recomendaciones y buenas prácticas pirotécnicas en la fiesta de las Fallas, dada su condición de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La comisión de seguimiento Fallas UNESCO la integran varias entidades y asociaciones, como la Junta Central Fallera, el Gremio de Artistas Falleros, las universidades públicas valencianas, la Asociación de Pirotécnicos Piroval, la Interagrupación de Fallas, la Asociación de Estudios Falleros, la Federación de Sociedades Musicales, la Federación de Asociaciones Vecinales, la Federación de Tabaleters i Dolçainers y el Colegio de Arte Mayor de la Seda.
El concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València, Pere Fuset, ha recordado que en anteriores celebraciones de esta comisión ya se propuso un decálogo de buenas prácticas para reforzar el valor patrimonial de la música, de la falla y del trabajo de los artistas falleros y “ahora ponemos en valor la pirotecnia como elemento patrimonial fundamental de nuestra fiesta grande y, de hecho, como elemento clave en la consecución del reconocimiento por parte de la UNESCO a las Fallas”.
Por ese intercambio, donde la pirotecnia aporta tanto en la fiesta y donde la fiesta contribuye a fomentar y hacer que perdure el arte de la pólvora, se han planteado toda una serie de recomendaciones que van en el sentido de reforzar la dignificación y consideración patrimonial de la pirotecnia dentro de la fiesta. El decálogo propuesto es el siguiente:
1. Garantizar por parte de las comisiones falleras y otros organizadores de actos pirotécnicos las medidas de seguridad vigentes y exigir siempre todas las garantías respecto a las empresas pirotécnicas, especialmente en cuanto a transporte, instalación y disparo. En ese sentido, se tienen que delimitar claramente las zonas de fuego, con las debidas antelación y protección.
2. Fomentar la recuperación del tradicional acto de la despertà, utilizando de manera preferente el clásico tro de bac, siempre con las recomendaciones y medidas de seguridad establecidas en la legislación, como símbolo de identidad singular y para garantizar la continuidad de su fabricación. Igualmente, se tendría que facilitar y promover la realización de los cursos CRE para que todos los falleros y falleras tengan la oportunidad de participar en este acto. Así mismo, se tendría que promocionar la presencia de las bandas de música o colles de tabals y dulzaina en la despertà.
3. Junto con la celebración de las mascletades y castillos de fuegos artificiales, recuperar o revitalizar actos pirotécnicos singulares o con valor tradicional dentro de la fiesta fallera y gran atractivo para vecindario y visitantes, como por ejemplo las tracas corridas, los correfocs, la cordà, la mascletà con emparrillado, la Nit de l’Alba y, muy especialmente, la pirotecnia en la Cremà de las fallas, que es uno de los elementos con mayor sentido en el ritual clave de la fiesta fallera, con posible recuperación de los dragones pirotécnicos o elementos como rodetes, cascadas y volcanes.
4. Educar en la cultura de la pólvora, con la organización de cursillos o campañas divulgativas entre las comisiones falleras y centros educativos o culturales sobre prácticas pirotécnicas, especialmente las dedicadas a la población infantil y juvenil. En ese sentido, sería recomendable promover campañas periódicas, a través de talleres o charlas, para el conocimiento del proceso de fabricación de los elementos que integran cada espectáculo pirotécnico, y la concienciación y prevención sobre el uso correcto de los artificios pirotécnicos, especialmente entre la juventud y sus padres y madres.
5. Velar, a fin de favorecer las mejores condiciones de seguridad de las prácticas pirotécnicas, por el suministro únicamente de la categoría de pirotecnia correspondiente a la edad de las personas usuarias, insistiendo en la necesidad de protegerse los ojos con ojeras de protección cuando se utilizan trons de bac o masclets, así como de utilizar únicamente mechas de cordón para el encendido de los artificios pirotécnicos.
6. Contribuir a la dignificación del sector mediante la contratación de empresas y profesionales, con el uso de productos de calidad. Haría falta también garantizar que se trabaja con empresas pirotécnicas que cumplan todos los requisitos fiscales y medidas de seguridad establecidas por la legislación, evitando en todo caso la compra de artículos pirotécnicos en puntos no acreditados.
7. Promover la responsabilidad con el vecindario, los animales y el entorno urbano, con una adopción respetuosa de los horarios de los actos pirotécnicos, que tendrían que tender a compaginar el tiempo de fiesta y el tiempo laboral. Respetar el uso general de productos pirotécnicos en los horarios y lugares autorizados. Fomentar la mejora de la sostenibilidad apostando por la progresiva introducción de materiales biodegradables en la confección de las carcasas de los petardos.
8. Fomentar la implicación de las comisiones en la organización, realización y supervisión de los actos promovidos por la falla. Asimismo, se recomienda acordar un protocolo de seguridad y dotar de más relevancia la figura de la coordinación de seguridad, que tendría que tener capacidad para tomar decisiones sobre realización o suspensión de un acto por motivos de seguridad, siempre de acuerdo con la autoridad y la junta directiva de la comisión. En ese sentido, sería muy recomendable la creación de delegaciones de pirotecnia en las comisiones, agrupaciones y federaciones falleras.
9. Valorar especialmente la trayectoria, profesionalidad y creatividad artística de las empresas pirotécnicas valencianas para cualquier tipo de actividad pirotécnica a realizar, teniendo también en cuenta el trabajo de otras empresas de carácter estatal e internacional que puedan aportar su visión de la pirotecnia, con espectáculos propios de sus territorios que enriquezcan la cultura pirotécnica de la fiesta de las Fallas.
10. Impulsar la realización de actos pirotécnicos conjuntos entre instituciones, comisiones, agrupaciones o federaciones falleras para fomentar la calidad, espectacularidad y diversidad de las manifestaciones pirotécnicas, a la vez que se establecen vínculos de hermandad y coordinación entre los diversos colectivos falleros.