Hace un mes asistíamos al derribo de la alquería del Forn de Barraca en Alboraia por las obras de ampliación de la V-21. Muchos consideraron esta imagen una metáfora de la situación de emergencia de la huerta valenciana.
La ampliación de esta autovía es solo una de las infraestructuras y proyectos urbanísticos que amenazan con acabar con la huerta valenciana. La próxima amenaza llega por raíles, y es la construcción del AVE a Barcelona.
Para la plataforma Per l’Horta hay una falta coherencia entre la preocupación de las instituciones por el cambio climático y la puesta en marcha de infraestructuras que ponen en peligro esta zona de la ciudad.
Así, alertan también de la amenaza que supone el plan general de ordenación urbana de Alboraia. Un proyecto urbanístico que, segundos denuncian desde la plataforma, acabará con 264.000 metros cuadrados de huerta en la zona.
Como denuncian, se trata en todos los casos de infraestructuras licitadas por el Ministerio a nivel estatal y frente a las cuales no tiene margen de acción la ley de l’Horta. Una norma de carácter autonómico promulgada por el gobierno del Botánico en 2018 y que ha permitido mejorar la situación de la huerta valenciana.
Desde Per l’Horta afirman que la situación de la huerta valenciana está mejor que hace 5 años pero que aún queda mucho por hacer para evitar que desaparezca un paisaje que es identitario de Valencia.