La Comunitat Valenciana es líder en la celebración de “bous al carrer”, con más de 9.000 festejos taurinos populares al año y la provincia de Castellón a la cabeza. El objetivo de la presente temporada es batir un nuevo récord alcanzado las 10.000 celebraciones anuales.
Una tradición con un elevado impacto económico. Así lo confirma un estudio de la Universidad de Valencia, que cifra que los festejos taurinos supusieron el año pasado una inversión de 36,7 millones de euros.
Un auténtico motor económico para el territorio y sus municipios. La Universidad Politécnica de Valencia fija, a través de un informe, que la fiesta del ‘torico de la cuerda’ de Chiva mueve 12’7 millones.
La fiesta, sin embargo, no está exenta de detractores. Entre ellos, el movimiento antitaurino que inciden en el sufrimiento de los animales y abogan por la prohibición de un festejo legal.
Un objetivo que comparten algunas formaciones políticas y que ya se ha llevado a la práctica en las pedanías de València. Los partidos de derechas y de izquierdas utilizan el toro como arma política.
El respeto entre partidarios y detractores se hace necesario en una autonomía que aglutina la mitad de las exhibiciones taurinas celebradas en España a petición del pueblo.