Las elecciones del pasado domingo 26 de mayo sirvieron para estrechar aún más la distancia entre los bloques de izquierdas y derechas en Valencia. Fuerzas como Vox irrumpieron con cierta fuerza en el consistorio (2 concejales) y otras como la coalición entre Podem i Esquerra Unida no llegaron a obtener el 5% necesario para alcanzar representación municipal.
Algunas cosas han cambiado en la cámara local, pero lo cierto es que hay algo que sí permanecerá: Joan Ribó repetirá como alcalde durante cuatro años más. La candidatura de Compromís obtuvo 10 concejales, que sumados a los 7 de PSOE de Sandra Gómez llegarían a la mayoría de 17 necesaria para constituir gobierno.
Como era de esperar, la distribución de votos a las distintas fuerzas municipales fue muy dispar si la diseccionamos por barrios. La irrupción de Vox, por ejemplo, se dio gracias a su notable presencia en barrios como l’Eixample o el Pla del Real (donde rozó el 10%); mientras que la consolidación de Compromís logró cimentarse en bastiones de la izquierda como Patraix o Benimaclet, donde la candidatura de Ribó sobrepasó el 30% de los votos.
Los votantes de los partidos tradicionales se mantuvieron fieles a sus formaciones en sus barrios históricos. Así, el PSOE logró sobrepasar el 30% en zonas de clase trabajadora como Pobles de l’Oest y el Partido Popular hizo lo propio rozando el 40% en distritos adinerados como al Pla del Real. Barrio, por cierto, donde Ciudadanos también acumuló muchos apoyos (aproximadamente el 25% de los votos).
A continuación, la distribución completa del voto por barrios a cada fuerza municipal: