La saturación de urgencias continúa azotando los hospitales valencianos. El sindicato CSIF ha alertado que el lunes hubo hasta 51 pacientes esperando a ingresar en el Hospital Clínico de Valencia. Además, en algunos de los casos el tiempo de espera llego a alcanzar las 63 horas para subir a planta.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha exigido a la Conselleria de Sanitat medidas inmediatas. El objetivo es aliviar la saturación que viven los servicios de Urgencias de hospitales de la Comunitat Valenciana.
Ante la falta de camas libres en planta, el Clínico se ha visto obligado a habilitar dos salas más para pacientes en preingreso: la de espera de Urgencias y la de rayos. Esta escasez de espacios también ha llegado a los quirófanos. Uno de ellos tuvo que se utilizado como sala de despertar tras intervenciones quirúrgicas.
El sindicato CSIF indica igualmente que las tres salas de Observación están llenas. Ayer había 17 pacientes en la A y 63 horas de media de espera para ser ingresados en planta. En la sala C había otros 10 enfermos, también con 63 horas de espera. En la sala B también se acumuló a una decena de personas con 41 horas de espera. Además, en las salas acondicionadas de preingreso 1 y 2 hubieron 8 y 6 pacientes, respectivamente.
LA FE Y EL HOSPITAL DE LA RIBERA TAMBIÉN SE SATURAN
Una situación similar se vive en el Hospital La Fe. A primera hora del lunes había 35 pacientes a la espera de habitación libre en planta para ser ingresados. Asimismo, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), únicamente quedaba una cama disponible.
Por su parte, en el hospital de la Ribera atendían en los boxes de Urgencias a 25 pacientes que aguardaban cama en planta. Por ello, CSIF insiste en la necesidad de reforzar plantillas y disponer de los espacios necesarios y con los recursos adecuados para poder atender a los pacientes en las mejores condiciones.
La central sindical exige a Conselleria de Sanitat que afronte de inmediato este problema y la saturación que sufre la atención primaria, que provoca que numerosos usuarios acudan directamente a unos servicios de Urgencias hospitalarias que están al límite.
