El refranero español dice de la primavera que «la sangre altera». Con la llegada de la estación del amor se producen cambios en el organismo que promueven el erotismo y aumentan la libido. Una revolución emocional, hormonal y biológica en la población que tiene su respaldo científico.
En los meses calurosos aumenta la producción de hormonas como feromonas y melatonina, cruciales para la activación sexual del organismo. Además, el sol activa la secreción de neurotransmisores como la serotonina y dopamina que resultan proclives para el encuentro amoroso.
Pero hay otros factores que influyen en el aumento del deseo sexual en primavera, como el aumento del olor corporal que incide en las feromonas, cuya función es la de atraer a parejas sexuales. Y también la alimentación, pues parte de la fruta de temporada es afrodisíaca e impulsa la actividad sexual.
Aunque no hay una sola causa que active, aumente o disminuya el deseo sexual, existe una multitud de factores que están directamente relacionados con el deseo o falta de este como es el estrés, la rutina, la autoestima o la relación de pareja.