¿Y si el viejo Mestalla nunca se derrumbase y se mantuviese como un símbolo de la ciudad de Valencia? Esta es la premisa que han propuesto dos estudiantes de la Universitat Politècnica de València (UPV): Antonio Verdú y Mario Valle, alumnos de cuarto curso de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA).
‘Mestaverso‘ es el nombre del proyecto que han presentado por redes sociales y que está triunfando entre los valencianos. La idea que han planteado es mantener el estadio sin proceder al derribo una vez esté el nuevo Mestalla. El templo del valencianismo se mantendría en pie y pasaría a ser una urbanización gigante en la que primaría el aire libre.
Verdú y Valle han propuesto reconvertir las gradas en pisos con viviendas y oficinas. Estos serían completamente exteriores con balcones y terrazas que darían tanto al terreno de juego como a la avenida de Aragón o avenida de Suecia.
Además, el campo se mantendría creándose un jardín gigante. El verde del césped primaría complementándose con vegetación y manteniendo las porterías. Todo ello, según han explicado, se realizaría en cuatro fases de actuación.
FASE 1 | DEMOLICIÓN DE LAS GRADAS ORIGINALES
FASE 2 | CREACIÓN DE ESPACIOS PÚBLICOS
En una segunda fase el interior de la estructura de la grada recogería los usos más públicos: oficinas; gimnasios; fab-labs; restaurantes; acelerados de startups… espacios que se relacionan directamente con la ciudad.
Alrededor de la grada se construiría una piel exterior metálica auxiliar donde colocar la comunicación vertical que constituiría un colchón térmico y generase a su vez espacios de socialización y transición.
FASE 3 | INSTALACIÓN DE MÓDULOS PREFABRICADOS
Como no sería suficiente con el estadio para garantizar la estabilidad de los módulos, un bosque de pilares metálicos serviría de receptor auxiliar de las cargas. Generando un porche y un espacio de transición con el bosque interior.
Se proponen tres tipologías que comparten una raíz común que favorece la creación de relaciones dentro de las viviendas. Estas cuentan con recorridos circulares abiertos alrededor de los núcleos húmedos. Además, las viviendas se vuelcan completamente al bosque interior, a través de una gran terraza que cuenta con huertos de autoconsumo y vegetación. Fomentando que toda la comunidad participe en el cuidado de la imagen del MESTAVERSO.