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La reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 20% a todas las importaciones europeas ha encendido las alarmas en la economía de la Comunidad Valenciana. Con EE.UU. como su principal socio comercial fuera de la Unión Europea y el cuarto destino de sus exportaciones, la región enfrenta una crisis que podría afectar a más de 8.500 empresas valencianas con relaciones comerciales en este mercado.

Sectores clave como la cerámica, el calzado y la agroalimentación se encuentran entre los más afectados. En 2023 las exportaciones valencianas a EE.UU. alcanzaron los 2.850 millones de euros, con productos como aparatos eléctricos, cerámica y calzado en los primeros puestos.

En la última tertulia del programa Ágora de 7TeleValencia, diputados autonómicos de los diferentes partidos con representación en les Corts expresaron su inquietud ante el impacto que estas medidas tendrán en sectores clave como la cerámica, el calzado y la agricultura.

La protección de las empresas como eje del debate

La diputada del Partido Popular, Lucía Peral, señaló que la Generalitat Valenciana, presidida por Carlos Mazón, ya ha puesto en marcha una mesa de seguimiento para evaluar el impacto de los aranceles en la industria y buscar soluciones. Peral destacó que «uno de cada cuatro zapatos fabricados en la provincia de Alicante se exporta a Estados Unidos«, lo que hace que el sector del calzado sea especialmente vulnerable.

Desde VOX, el diputado José María Llanos manifestó su descontento con la política arancelaria de EE.UU., pero culpó a la Unión Europea de haber priorizado sus relaciones comerciales con China en detrimento de Estados Unidos. «Trump defiende su país, algo que debería hacer también nuestro Gobierno«, afirmó Llanos, quien criticó además el Pacto Verde Europeo por su impacto negativo en la agricultura española.

El diputado socialista Benja Mompó subrayó la necesidad de una respuesta multilateral y de unidad dentro de la Unión Europea. Defendió que el Gobierno de España ya está movilizando recursos para hacer frente a la situación, mencionando un plan de contingencia de 14.000 millones de euros. «Debemos asegurarnos de que nuestras empresas no queden desprotegidas«, aseguró Mompó.

Por su parte, María Josep Amigó, diputada de Compromís, destacó que estas nuevas tasas afectarán directamente a miles de pequeños empresarios y trabajadores en la Comunidad Valenciana. «El calzado, la cerámica y la agricultura son sectores esenciales en nuestra economía, y estas medidas de Trump suponen una amenaza para su sostenibilidad«, alertó Amigó.

A la espera de la respuesta de la Unión Europea

El debate también abordó la posible respuesta de la Unión Europea ante estos aranceles. Lucía Peral destacó que «la presidenta de la Comisión Europea ya ha manifestado su intención de negociar con EE.UU., pero es fundamental que se garantice una competencia justa entre todos los países europeos para evitar desigualdades». La diputada popular reiteró la importancia de la unidad entre regiones para afrontar este desafío económico.

José María Llanos, desde VOX, insistió en la necesidad de reorientar la política exterior española: «No podemos seguir dependiendo de China mientras despreciamos a Estados Unidos, un socio estratégico de nuestra economía. Europa debe replantear su posición y apostar por fortalecer sus relaciones con Occidente en lugar de priorizar acuerdos con países que nos hacen la competencia desleal».

Tertulia de Ágora con los cuatro diputados autonómicos

Benja Mompó, por su parte, pidió medidas concretas para proteger a las empresas valencianas: «No solo hay que negociar a nivel europeo, sino también impulsar ayudas a nuestras industrias para que puedan hacer frente a los aranceles. La Generalitat debe actuar con rapidez para evitar pérdidas significativas en sectores clave». Asimismo, destacó la importancia de la colaboración entre el Gobierno de España y las comunidades autónomas para coordinar una estrategia efectiva.

A su vez, María Josep Amigó advirtió que «no podemos permitir que estos aranceles ahoguen a nuestras pequeñas y medianas empresas, que ya han sufrido mucho en los últimos años por la crisis y la inflación». La diputada de Compromís señaló que es fundamental reforzar el apoyo institucional a los sectores afectados y evitar que estas políticas comerciales perjudiquen el empleo y la economía de la Comunidad Valenciana.

Preocupación en la economía valenciana

La industria cerámica, por ejemplo, tiene en Estados Unidos su principal destino de exportación, representando un 13,5% del total de las ventas externas de baldosas españolas. Aún hay incertidumbre sobre si habrá excepciones o margen de negociación antes del 9 de abril, fecha de entrada en vigor de los aranceles.

Desde el sector del calzado, EE.UU. es el primer mercado extracomunitario y que estas barreras comerciales pueden generar una contracción del consumo, afectando seriamente la estabilidad de muchas empresas valencianas. En el ámbito agroalimentario, las ventas a EE.UU. sumaron 366 millones en 2023, y los productores alertan de que la medida supondrá un incremento de precios y una pérdida de competitividad para los productos valencianos.

La imposición de aranceles también golpeará la industria del metal y la automoción. A pesar de que los vehículos fabricados en Ford Almussafes no sufrirán consecuencias directas, existe preocupación por su cadena de suministro. La consellera de Industria, Marián Cano, afirmó que el Gobierno valenciano mantiene conversaciones con la compañía para asegurar que la inversión en la factoría de Almussafes no se vea comprometida.

Las empresas buscan respuestas

Ante esta situación, las principales asociaciones empresariales y sectores afectados piden al Gobierno central medidas para mitigar el impacto. Mientras tanto, el Gobierno español y la Unión Europea buscan vías diplomáticas para reducir el impacto de esta nueva guerra arancelaria. Pedro Sánchez ha pedido unidad a los grupos parlamentarios para defender los intereses nacionales y ha destacado que este ataque comercial «no distingue entre aliados y rivales«.

Con una situación incierta y la posibilidad de que las tensiones comerciales continúen escalando, los sectores productivos valencianos esperan que las gestiones a nivel nacional y europeo logren mitigar los efectos de estos aranceles y protejan la economía y la competitividad de sus exportaciones.