Si algo hace mágico a las Fallas es que desaparecen. Son obras de arte efímero, construidas para ser quemadas y de las que solo un recuerdo se debe conservar: el Ninot Indultat. La Cremà es la manera más simbólica que los valencianos tienen para destruir todo aquello que los monumentos denuncian. A continuación, algunas de las fallas más emblemáticas de Valencia de los últimos 70 años.
1957. «La Fontana de Trevi» (Vicente Pallardó Latorre)
1966. «Ahí queda aixó» (Manuel Martín López)
1985. «Intentant posarla a plom» (Hermanos Fontelles Alegre)
1973. «La Llibertat» (Vicente Luna Cerveró)
1991. «En la terreta de l’art» (José Martínez Mollá)
1995. «Homenaje a la pintura de Joaquín Sorolla» (José Pascual Ibáñez)
2003. «Bandas» (Agustín Villanueva, Alejandro Santaeulalia, Jorge Ballester)
2007. «La mar al vent» (Vicente Baenas García)
2014. «El decàlec del valencià» (Manolo García Ramírez)
2016. «Falles en el mon» (Manolo García Ramírez)
2018. «Equilibri Universal» (Pepe Latorre, Gabriel Sanz y Okuda)
