una gata

Una gata visita cada día la tumba de su dueño desde hace dos años, el animal añora a su dueño tras fallecer. Sorprende la fidelidad de las mascotas, que llegan a permanecer días junto a los lugares más frecuentados por sus dueños. Muchos de ellos son vistos habitualmente a las puertas del hospital donde ingresa su dueño, incluso se han visto en el cementerio.

La protagonista de esta historia se llama Nana, una gata, la que no olvida a su dueño tras su muerte. La gata ha roto todos los esquemas, ya que este tipo de actitudes son más habituales en los perros. Los hechos han tenido lugar en la antigua colonia británica conocida como Estados Malayos Independientes. La hija de su dueño cuenta a un diario local que la gata dejó de comer tras la muerte de su padre.

Hace unos días contamos un caso similar, una perra lleva días esperando a su dueña fallecida a las puertas de su librería. Ha vuelto a ocurrir una de esas conmovedoras historias que demuestran que la lealtad de un perro no tiene precio. Bianca lleva días esperando a su dueña fallecida a las puertas del negocio que ella regentaba.

A mediados del mes pasado Eugenia, una anciana dueña de una librería en Argentina, murió a causa de un paro cardíaco mientras dormía. Al día siguiente, Bianca, la perrita a la que la octogenaria cuidaba por las mañanas, acudió a la librería a buscar a la mujer como acostumbraba a hacer, pero esta vez no la recibió Eugenia. Desde entonces, el can sigue esperando a la fallecida frente a su negocio.