Hugo Dato es un bebé de poco más de un año, sufre graves secuelas tras pasar el síndrome de Kawasaki y sus familiares venden pulseras para financiar la rehabilitación. Un mal diagnóstico causó una lesión cerebral que ha cambiado la vida del pequeño. El pequeño padeció la enfermedad rara de Kawasaki y no la covid-19, como diagnosticaron en un principio.

 

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Su historia ha cautivado a las redes sociales, nació sano el 3 de noviembre de 2019 en Canteras, Cartagena. En marzo, en pleno confinamiento sufrió fiebre y conjuntivitis. Su madre, María Jesús, cuenta a La Opinión de Murcia que llamó a su médico, que le recetó por teléfono Apiretal para reducir la fiebre, se recuperó. Pero el 27 de diciembre, hace menos de dos meses, cuando ya tenía poco más de un año de edad descubrieron la verdadera enfermedad, el síndrome de Kawasaki. Llevaron al pequeño a urgencias después de una noche de vómitos y problemas cardiacos. Acudieron al hospital Santa Lucía, allí consiguieron estabilizarlo. Descubrieron que Hugo tenía aneurismas «gigantes» en el corazón. Una enfermedad que podría haberse curado con un tratamiento.

Ahora sufre las secuelas, «puede oír y sentir, pero no consigue conectar con las personas, mirarlos, ni reír ni llorar», asegura su madre. «No puede sostener su cabeza ni mover brazos y piernas, ni tomar mi biberón como antes».

Los tratamientos de rehabilitación para que Hugo se recupere «no bajan de los 1.600 euros al mes». Sus familiares han puesto en marcha una campaña para conseguir ayuda y financiarlos. Han trasladado el latido del corazón de Hugo a una pulsera que venden por un precio de cinco euros, que se pueden adquirir a través de la cuenta de Instagram @Hugo_cree_en_ti.