Una señora confunde el tren de Valencia con Palencia y su viaje se vuelve viral

Confundir una única letra a la hora de viajar le costó un buen disgusto a una señora que se vio embarcada en todo un periplo por la Península que ya se ha hecho viral. La mujer partía desde Madrid con destino Valencia. Sin embargo, al llegar a la estación de Chamartín se confundió de tren y puso rumbo a Palencia. Fue el trato de los empleados de Renfe lo que hizo que esta señora pudiese llegar finalmente a casa sana y salva. Eso sí, después de un viaje de más de 1.000 kilómetros.

Todo ocurrió a principios de mes aunque ha sido ahora cuando se ha hecho viral. La pareja de uno de los pasajeros ha sido la responsable de narrar los hechos en Facebook. «El pasado miércoles 4 de enero mi pareja viajaba en el tren ALVIA de las 13:40h desde Chamartín con destino Santander. Al pasar por Palencia una señora mayor se puso a gritar y a llorar… ‘¡¡Yo quería ir a VALENCIA!!’«, narra Maribel Madriguera de Llanes en su cuenta.

«Puede parecer una broma pero no lo era y para ella era un drama. Sola como estaba, mayor y perdida en dirección contraria a su destino», explica. Según Maribel, se desconoce si el error fue de la señora o en ventanilla le vendieron uno con destino Palencia.

La actuación de la ferroviaria fue vital para tranquilizar a la viajera. «Renfe podía haberse desentendido pero por suerte el personal del tren se comportó de 10», detalla el post. Al parecer, los trabajadores asistieron a la señora tranquilizándola y haciéndole saber que podría volver a Madrid sin coste. En palabras de Maribel, asistieron a la señora «como solo unos hijos harían con su madre».

UN ELOGIO A LOS TRABAJADORES DE RENFE

Los empleados de Renfe le ofrecieron seguir en el tren para que no se quedase sola en Palencia «con el frío que hacía». La propuesta fue continuar hasta Santander y regresar con ellos a Madrid y así estar acompañada.

Pero el detalle de los trabajadores no quedó ahí. «Le gestionaron y facilitaron un billete gratis para ir a Valencia al día siguiente en el AVE. Lo único es que se tendría que quedar a dormir en Madrid y eso ya no se lo podían pagar. Como la señora no sabía reservar un hotel, se lo gestionaron y llamaron a un familiar para que hiciera el pago con tarjeta», relata el post.

«Desde el supervisor, hasta el camarero del vagón restaurante. Todo el personal del convoy estuvo atento a la señora y la cuidaron con toda la amabilidad y el cariño del mundo«, elogia Maribel.

La autora del texto desconoce cómo terminó el periplo de la señora pues su marido bajó en Torrelavega. «No era mi madre, ni nadie que conociese, pero me emocionó conocer esta historia que me hace volver a confiar en el ser humano. Solo desearía que si alguna vez yo, o alguno de los míos, nos encontramos en una situación similar, estemos cerca de personas tan buenas y de profesionales tan competentes como las de ese tren», confiesa Maribel.