La antigua fábrica de bombas hidráulicas, Bombas Gens, que el arquitecto Cayetano Borso di Carminati proyectó en 1930 se ha convertido en sede de la Fundació Per Amor a l’Art tras casi dos años de rehabilitación y ampliación que le han devuelto su antiguo esplendor. Un trabajo realizado por un equipo de arquitectos formado por Annabelle Selldorf, Eduardo de Miguel, y Ramón Esteve, desde el máximo respeto por la memoria del lugar.

En esta primera fase, la Fundació inaugura su nueva sede poniendo en funcionamiento el Centro de Arte, que ocupa las cinco naves restauradas del mismo y el Centro de Coordinación del Equipo Wilson (dedicado a la investigación de enfermedades raras). Se reserva para una segunda fase, a inaugurar en otoño de 2017, el refugio antiaéreo de la Guerra Civil, el jardín trasero, la bodega del siglo XV y el edificio de nueva construcción que se destinará a fines sociales.

Paralelamente a esta fundación se ha inaugurado el nuevo restaurante gastronómico de Ricard Camarena, que se ubica a la entrada de este emblemático contenedor cultural.

Camarena apuesta de este modo por una propuesta renovada y ambiciosa que armoniza a la perfección con el entorno en el que se ubica. La madera, el hierro forjado y el ladrillo carabista son una constante en este nuevo restaurante que cuenta con una cocina más amplia totalmente abierta a la sala, un techo que recuerda a un cielo estrellado, un servicio de bar elegante y confortable; y numerosas obras de arte que recuerdan al comensal que la nueva casa de Camarena se encuentra en un lugar fuera de lo común. Todo ello se completa con la cuidada propuesta gastronómica que le ha valido conquistar a la Guía Michelin, que a buen seguro se replanteará aumentarlas en la próxima edición.