colillas

Los bañistas de la playa conviven día a día con las colillas de la arena. La empresa ecologista Mar y Sombra ha reunido a unas cincuenta personas para participar en una recogida de colillas para limpiar la playa del Cabanyal. Uno de los objetivos es concienciar a los bañistas de la costa valenciana de la necesidad de cuidar el medio ambiente. Existen ceniceros manejables que podemos llevar en la mochila para depositar las colillas y no ensuciar nuestro entorno.

Mar y Sombra gestiona las hamacas y sombras en el litoral de la ciudad de Valencia desde hace casi 30 años. Se trata de una empresa comprometida con el medio ambiente que organiza recogida de colillas como la que ha tenido lugar en la playa del Cabanyal.

Aunque el filtro de los cigarrillos tenga una apariencia inocente, es una bomba química. Ahora nos ponemos a analizar un residuo pequeño que tarda en descomponerse entre cinco y diez años. El filtro está compuesto por acetato de celulosa, retiene en su interior un cóctel de sustancias. En los restos de cigarrillos encontramos compuestos de productos de limpieza del hogar como amoniaco, acetona, amoniaco o naftalina. También están presentes metales como arsénico, metanol, polonio, disolventes industriales, incluso, elementos radiactivos. Esto supone un grave problema para el medioambiente de las playas.

La mayoría de las colillas están expuestas a la luz solar y entran en contacto con el agua, con ecosistema marino. El Informe Libera “Colillas en espacios naturales” revela que sustancias como nicotina, arsénico o plomo pueden modificar la cadena alimentaria de los peces. Desde la asociación BirdLife resaltan que las “colillas contienen sustancias como cadmio, arsénico, alquitrán o tolueno que, al entrar en contacto con el agua, poseen efectos devastadores en la naturaleza y envenenan a moluscos, peces, reptiles y aves”.

Multas de más de 1.500 euros o pena de cárcel por tirar una colilla

El ejemplo de Tailandia debería generalizarse. Las autoridades ponen multas de 2.500 euros a todo aquel que pillen tirando una colilla, incluso pena de cárcel para los reincidentes. Las playas del país asiático acogen más de 30 millones de turistas cada año. El principal atractivo turístico son sus reservas marinas y por ello cuidan a sus especies. También prohíben comprar cigarrillos en las zonas cercanas a las playas y han convertido en un verdadero paraíso zonas como Krabi, Phuket y Koh Amui.

En la ciudad de Lisboa tirar una colilla al suelo supone una multa de hasta 1.500 euros y 15.000 euros en caso de grupos colectivos. Incluso en Londres se ha estudiado denegar el asilo a un inmigrante tras tirar los restos de un cigarrillo.