Hermandad, fervor, tradición, aliados con un día soleadol, han sido , de nuevo protagonistas, en la Fiesta dels Peixets que se celebra en Alboraya.

Centenares de vecinos, de esta localidad de la comarca de l’Horta Nord y de poblaciones cercanas, han participado en una celebración más que arraigada y que se conmemora en la ermita construida en la desembocadura del barranco del Carraixet, conocida como Ermita dels Peixets y Ermita del Milagro.

Un milagro que se recrea cada año. Según cuenta la tradición, un musulmán converso de Almàssera estaba moribundo y pidió la Comunión al cura. Al atravesar el barranco de Carraixet, las hostias le cayeron al agua, hecho que provocó una gran conmoción y que el pueblo se organizara para recuperarlas. En la desembocadura del barranco, tres pescados, según la tradición de Alboraya, dieron las formas sagradas al cura.

En torno a este hecho, la jornada festiva empieza con una misa y diferentes actividades lúdicas en un espacio privilegiado: paellas, tabal y dulzaina de la Sociedad Musical de Alboraya.

Alegría, música, buena compañía buenos alimentos no faltan, como siempre…

Tampoco el alcalde del municipio, Miguel Chavarria, se ha querido perder la festividad, en la cual los clavarios juegan un papel importante para mantener viva la tradición

Ahora, Alboraya se prepara para otras fiestas marcadas en su calendario y organizar una nueva cita con el milagro de los peixets el próximo año.