El cantante Miguel Bosé ha decidido cerrar sus redes sociales por considerar que ejercen censura y control de la información. El artista considera que no merece la pena mantenerse en las redes.

Durante los últimos meses, Miguel Bosé se ha convertido en una voz polémica en las redes sociales. Recientemente se ha proclamado como uno de los más mediáticos negacionistas a las medidas contra el coronavirus. El cantante también se ha mostrado como defensor de teorías de la conspiración que desacreditan los efectos de la pandemia. Un colectivo que se muestra escéptico a una futura vacuna, el uso de mascarilla o incluso hasta la implementación de la tecnología 5G. Hay que destacar que Facebook e Instagram incluyeron avisos en su cuenta de que difundía información parcialmente falsa.

El cantante ha emitido un comunicado a través de la agencia que lo representa, Ocesa Seitrack. Resalta que su reciente desaparición de las redes sociales fue por voluntad propia, después de las especulaciones sobre una supuesta expulsión por parte de esas plataformas.

Considera que en muchas redes sociales se mezclan usuarios reales

«Ante las informaciones aparecidas en diversos medios de comunicación relativas a su baja en determinadas redes sociales, en nombre de nuestro representado, Don Miguel Bosé Dominguín, queremos precisar, de manera excepcional y de una vez y por todas, que el artista ha decidido voluntariamente darse de baja en dichas redes sociales».

Bosé argumenta su baja en las redes sociales afirmando que dichas plataformas no son ni plurales ni objetivas: «No permiten la libre expresión y sujetan a los usuarios a sus criterios e intereses empresariales y políticos. Ejercen la censura y el control de la información y los contenidos», reza una parte de la carta difundida.

«En definitiva, no considera que sean un medio libre y adecuado en el que merezca la pena mantenerse presente, al menos en el momento actual. Considera que en muchas redes sociales se mezclan usuarios reales, y con todo el derecho a expresarse con respeto y argumentar, con usuarios ficticios y usuarios que actúan bajo intereses de terceros».