El Edificio del Reloj del Puerto de Valencia muestra las construcciones más emblemáticas de la dársena histórica como los Tinglados, varaderos, la aduana y los Docks Comerciales. Bajo el título “La Dársena Histórica del Port de València: Progrés i Modernitat” permanecerá abierta hasta el 3 de mayo. Se trata de un repaso del gran puerto de Valencia del siglo XXI, puerto transoceánico, primero de España y del Mediterráneo y 5º de Europa. A través de todos los edificios emblemáticos del puerto de Valencia se contempla con espacio didáctico para niños, dónde podrán dibujar cada uno de los edificios y colorearlos, con lo que se conformará una exposición dónde se mostrarán los dibujos de los visitantes más pequeños de la muestra.

Hay que destacar que el primer puerto comercial de Valencia se construyó en 1911, surgido debido a la demanda de los empresarios y comerciantes de la región. La Exposición repasa uno a uno la historia de cada gran edificio de la Dársena Histórica, la Estación Marítima, actual Edificio del Reloj, se convirtió en el edificio más emblemático, construido para cubrir los servicios de las líneas regulares de viajeros. La construcción presenta líneas clásicas inspiradas en la ornamentación de las construcciones erigidas en Valencia con motivo de la Exposición Regional y el edificio está inspirado en la estación ferroviaria de Lyon.

El almacenaje de las mercancías se concentraba en los Tinglados, se dotaron de una característica ornamentación para embellecerlos. Varios relieves decoran estas infraestructuras, cuya abundante ornamentación los convierte casi en emblemas alusivos al comercio, la navegación, el trabajo agrícola y el carácter internacional del puerto de Valencia.

La expansión del puerto se materializó con los dos varaderos, un espacio para facilitar los trabajos de limpieza y reparación de embarcaciones menores. En la actualidad sólo se conserva un varadero, es una combinación de ladrillo visto con frisos cerámicos que crearon un edificio ecléctico que combinaba formas, elementos decorativos clásicos con composiciones modernistas y detalles de la arquitectura industrial decimonónica. Por su parte, los Docks Comerciales se comenzaron a construir en 1917, una ejecución con la que se contó con la colaboración de Demetrio Ribes, pionero en el empleo del hormigón armado en la obra civil valenciana, nuevo material que resultaba más económico a la vez que permitía una mayor rapidez en la construcción.

La Aduana fue el edificio más tardío en construirse, en 1925, concentra la sobriedad de las decoraciones neo-renacentistas valencianas y la monumentalidad del popular “estilo francés”. La supresión de ornamentos exagerados dio como resultado una sencilla decoración que se reduce a tres puertas de hierro, un discreto frontón triangular con el escudo de España en el cuerpo central y pilastras jónicas de orden gigante dispuestas en los límites de todo el conjunto.