Navidad

Las Navidades son todo un escollo para cualquiera que esté intentando mantener o perder peso. Turrones en tromba, alcohol, cochinillo, vida sedentaria… nada ayuda excesivamente a mantener una ingesta de alimentos mínimamente equilibrada.

Una de las cuestiones principales que debes tener en cuenta si no quieres que las Navidades te acaben pasando factura es limitar la cantidad de días en los que pegarte “atracones” (siempre sin excederte demasiado). Está bien darse algún que otro festival, pero es recomendable no extender esta costumbre a más de una semana.

No te dejes llevar por la cantidad de comida presente en la mesa. Prueba un poco de todo, pero deja de comer si empiezas a sentirte lleno. La línea que separa ganar peso o mantenerlo al final del día es muy fina. No abuses.

Algo que te ayudará a controlar tu apetito es tomar desayunos ricos en proteínas. Particularmente, desayunos que contengan huevos, los cuales resultan ser unos potenciadores extraordinarios para la pérdida de peso.

Controlar los niveles de estrés durante las fiestas será otro de tus aliados. Te avisamos ya: aléjate de tu cuñado si empieza a hablar de política, y es que las hormonas relacionadas al estrés te harán devorar alimentos con altos índices en grasas y azúcares, sobre todo si eres mujer. Esto, evidentemente, no te ayudará de ningún modo a mantener tu peso. Ten la cena tranquila y no hables de Cataluña. Haz el favor.

Por último y no menos importante, monta esa pachanga que tanto tiempo llevas deseando jugar; ponte los cascos, enchufa a Bowie y devora esos 10km al trote. Las posibilidades son infinitas y las excusas no deberían existir. ¿Preparados? ¿Listos? ¡Ya!