Las mascotas se convierten en el mejor compañero de vida de cualquier dueño, pero ¿qué más ofrece tener una mascota? Muchas personas desconocen los beneficios positivos para la salud que conlleva tener una mascota, tanto mentales como físicos.

Beneficios físicos de tener mascota

Acariciar a un gato o, simplemente, ver a un pez nadar en un acuario nos ayuda a relajarnos, reduciendo la frecuencia cardiaca y bajando la presión arterial, un efecto particularmente beneficioso en personas que padecen hipertensión. Un estudio encontró que, durante un periodo de diez años, los dueños de gatos tenían un 30% menos de probabilidades de morir de un ataque cardiaco o un derrame cerebral que los que no tenían gatos.

También se produce un aumento general de actividad física entre las personas que tienen un perro, al que al menos hay que sacar a pasear tres veces al día. Eso brinda numerosos beneficios físicos que repercuten fundamentalmente en una mejora de la salud cardiovascular, disminuyendo la presión arterial, los niveles de colesterol y triglicéridos y haciendo que nuestros músculos y huesos sean más fuertes. De hecho, los dueños de perros tienen un 54% más de probabilidades de conseguir los niveles recomendados de ejercicio. Pero si lo que tienes es un gato o un conejo, por ejemplo, también puedes tener recompensas porque, aunque no lo tengas que sacar a pasear, probablemente realices actividad física simplemente al jugar con ellos, al tener que recoger sus juguetes o, simplemente, limpiando.

Otro aspecto importantísimo y que beneficia a nuestra salud es que las mascotas nos ayudan a estimular nuestro sistema inmunológico, lo que significa que será menos probable que padezcamos alergias. Los perros en particular son animales sucios que introducen bacterias del exterior a los hogares. Esto, lejos de ser perjudicial, hace que los bebés que viven con un perro en casa tengan una exposición mayor a la suciedad y a los alérgenos, por lo que su sistema inmunológico aprende antes a identificarlos y, por lo tanto, se hace mucho más fuerte.

Beneficios psicológicos y salud mental

Compartir la vida con un animal también ofrece beneficios psicológicos, incluido un sentimiento general de apoyo emocional. Está comprobado que compartir nuestras vidas con un animal reduce el estrés y la ansiedad al ajustar los niveles hormonales en el cuerpo. Acariciar a un animal libera serotonina, la hormona de la felicidad, y esto a su vez reduce la presión arterial y aporta positividad.

Además, la vinculación con las mascotas desencadena niveles más altos de la hormona reductora del estrés, la oxitocina, mientras que también disminuye la producción de la hormona inductora del estrés, el cortisol. Esto es perfecto para reducir los niveles de ansiedad que nos provoca el día a día, además de ayudar a controlar comportamientos agresivos que pueden conllevar ciertas patologías asociadas al envejecimiento como, por ejemplo, en las demencias tipo Alzheimer o similares.

Pero no solo es beneficioso para los mayores, ya que la interacción con animales tiene un impacto especialmente grande durante el desarrollo infantil. Está demostrado que los niños con mascotas experimentan menos estrés, ansiedad por separación y ansiedad social, lo que reduce la probabilidad de desarrollar trastornos mentales, emocionales y de comportamiento durante la edad adulta.

Mascotas, aislamiento y soledad

Varios estudios han revelado que los dueños de perros tienen cinco veces más probabilidades de conocer gente en su vecindario en comparación con otros dueños de mascotas. Sin embargo, si tu mascota no es un can, sino un gato, un conejo o un pájaro, también te puedes beneficiar y conocer a gente nueva gracias a ellos, ya que tendrás un punto de conexión con personas de ideas afines, en tu trabajo o en el ambiente en que te muevas normalmente.

Se ha demostrado que casi la mitad de los dueños de mascotas han recibido algún tipo de apoyo social de alguien que ha conocido a través de su perro o su gato. Las personas que, por ejemplo, tienen tendencia a la depresión, deberían saber que las mascotas ayudan a controlar la soledad y a reducir la angustia, al brindarnos amor y compañía incondicional. Cada día se escuchan más noticias de hospitales, residencias de ancianos o colegios que recurren a los animales de terapia para brindarles consuelo, alegría y compañía.

Además, las personas tímidas que tienen limitaciones a la hora de socializarse tienen, gracias a sus mascotas, una conversación neutral y segura con la que podrá «romper el hielo» y hasta, quién sabe, conocer a su media naranja. Y es que los amigos peludos, acuáticos o emplumados son en muchas ocasiones el punto de partida perfecto para iniciar una conversación y conocer a personas afines a uno.

Las mascotas pueden olfatear enfermedades

Si notas que tu perro o gato se comporta de manera extraña sin explicación, es posible que te esté indicando que deberías hacer una visita a tu médico. Y es que los animales con un sentido del olfato elevado pueden detectar pequeños cambios en el cuerpo humano. Los perros y gatos, al percibir un problema alertan a sus dueños cambiando el comportamiento, lo que puede llevarte a atender más tempranamente enfermedades como cáncer, migrañas o convulsiones. Los últimos estudios sobre esta materia han confirmado que los perros en particular tienen especialmente la capacidad de detectar enfermedades con un alto nivel de precisión, detectando, por ejemplo, el cáncer de mama con un 88% de precisión y el cáncer de pulmón con un 99% de precisión.

En definitiva, las mascotas nos ayudan de muchas maneras, desde aumentar la inmunidad hasta reducir el estrés. Ya sea que te consideres una persona de perros o de gatos, o tal vez te gusten los caballos o conejos, tener un amigo peludo cerca puede tener enormes beneficios para tu salud.