arroz

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) valora en términos positivos el acuerdo alcanzando entre la Conselleria de Agricultura y las organizaciones agrarias, las cooperativas y las comunidades de regantes en torno a la quema de la paja del arroz.

Tras las críticas del sector a las limitaciones que inicialmente pretendía imponer el departamento agrario y medioambiental de la Generalitat, las partes implicadas en el conflicto han llevado a cabo una larga negociación que ha culminado con una solución consensuada que «si bien no es la panacea para nadie sí nos parece una salida aceptable para todos», destaca el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.

Concretamente, los representantes de la conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural acordaron con los dirigentes del sector arrocero que se autorizará la quema de la paja en alrededor del 50% de las casi 15.000 hectáreas de la superficie de arroz existentes, cuando inicialmente la conselleria había planteado restringir al 33% de la superficie la referida fórmula para eliminar el sobrante del cultivo.

El acuerdo contempla también que en el resto del territorio arrocero los propietarios de las explotaciones podrán solicitar a partir del 1 de noviembre un permiso para proceder a la quema de la paja y la conselleria estudiará caso por caso si la autoriza en función de criterios sanitarios del cultivo basados fundamentalmente en la existencia de fisiopatologías como la anoxia.

El presidente de AVA-ASAJA considera que «se ha producido un avance positivo» y valora «la actitud dialogante y abierta a la negociación que han mostrado los dirigentes de la conselleria de Agricultura y Medio Ambiente». «Se ha  buscado un punto de encuentro -afirma Aguado- y eso bueno a la hora evitar tensiones y buscar el menor perjuicio posible».

Finalmente, el presidente de AVA-ASAJA señala que «a partir de ahora vamos a estar muy atentos a los términos en los que se materializa el acuerdo y pedimos que para los próximos años se encuentre de una vez por todas una solución definitiva a este problema porque a los agricultores tampoco nos gusta el humo, pero ahora mismo no existen mejores alternativas».