El colegio o el instituto se ha convertido en un entorno hostil para muchos niños y adolescentes que diariamente reciben insultos o agresiones por parte de sus compañeros de pupitre.

El acoso escolar o bullying es una realidad que, si bien no es nueva, cada vez está más en boca de todos. Según la Organización Mundial de la Salud, esta lacra social se cobra anualmente unas 200.000 víctimas entre jóvenes de 14 a 28 años.

A esta cifra se le suma otro dato preocupante desvelado por Bullying Sin Fronteras. Esta ONG señala que en Europa hay alrededor de 24 millones de personas acosadas en el ámbito académico.

En el caso de España las cifras también son alarmantes. En el último año se han contabilizado 23.100 casos de acoso, 12.100 más que en el informe de 2021. La cifra sitúa al país entre uno de los más acosadores del mundo quedando por delante de Reino Unido, Alemania e Irlanda.

Porcentaje de casos de bullying en cada una de las comunidades Autónomas de España. / FUENTE: BULLYING SIN FRONTERAS

Dentro de España, Andalucía es la autonomía donde más niños y jóvenes son víctimas de acoso y maltrato por bullying. La región del sur peninsular representa el 27% del acoso que se da en España. Muy por detrás quedaría la Comunitat Valenciana con 20 puntos de diferencia (7%). A pesar de representar una cifra menor, la Comunitat está entre las cinco autonomías con más acoso del país. Por delante solo quedan Madrid (15%) y Cataluña (11%).

CÓMO DETECTAR Y ACTUAR ANTE UN CASO DE ACOSO ESCOLAR

Según ha explicado el psicólogo Enric Valls en el programa ‘Valencia en abierto’, existen muchas señales y síntomas que evidencian ser víctima de un acoso. Una de las principales es cuando el niño comienza a decir que no quiere ir al colegio y abandona actividades extraescolares. A esto se suma el aislamiento de actos sociales; somatizaciones; negaciones de los hechos; pesadillas e incluso moratones o esguinces.

En caso de detectar alguno de estos síntomas se debe alertar al profesor del estudiante. Tal y como explica Valls, el profesorado está obligado a activar el protocolo de protección del menor. Dicho protocolo pasa por investigar el acoso o supuesto acoso; reunir a los posibles agresores y tomar medidas punitivas. En estos casos, el psicólogo señala no estar conforme. En su opinión se debería apostar por medidas educativas en las que los agresores pudiesen asumir su culpabilidad.

Dos o tres semanas después debe producirse una nueva reunión entre padres y profesorado. De no haber funcionado las medidas se debe recurrir a la jefatura de estudios para solicitar nuevas intervenciones. Si el nuevo paso no funciona el último escalón pasa por denunciar ante Consellería.

¿Y viralizar un caso de acoso? También es factible. «Cuando ponemos sobre la mesa una problemática como esta, siempre es positivo. Es una forma de decir ‘oiga, está ocurriendo esto ¿qué medidas podemos tomar'», explica Valls.

FORMACIÓN Y PREVENCIÓN, CLAVES PARA LUCHAR CONTRA EL ACOSO

En ningún caso de bullying es beneficioso para los menores que los centros académicos les inviten a cambiar de colegio. A pesar de ser una de las respuestas generales, el psicólogo apunta a que no es una buena práctica puesto que los agresores continúan en el mismo lugar.

Para evitar llegar a estas situaciones Valls aboga por involucrar a las tres partes afectadas: alumnado, profesorado y familias. «Si no involucramos a estos tres elementos cualquier medida, por buena que sea, es insuficiente».

«Esta implicación conlleva una formación al profesorado. Aquí decimos que la teoría es muy sencilla pero la práctica es complicada. El profesorado está constantemente ocupado con muchas tareas pero si se hace una formación específica al principio, a mitad y a finales de curso, se está lanzando una medida para que el acoso se reduzca».

Además, hay cuatro pasos que pueden ayudar. En primer lugar hablar del acoso; en segundo lugar implicar a familias, alumnos y profesores; no mirar hacia otro lado y por último, motivar a los observadores (los niños) a intervenir y ayudar si ven una situación de acoso. «No van a ser chivatos, van a ser valientes», explica Valls.

LA COMUNITAT VALENCIANA SE SUMA A LA PREVENCIÓN

Desde la Generalitat Valenciana han dado un paso al frente para prevenir conductas suicidas y autolesivas en adolescentes. Según avanzó el president del Consell, Ximo Puig, en el Debate de Política General de Les Corts Valencianes celebrado el pasado martes, la Generalitat va a iniciar una campaña de sensibilización contra esta lacra social.

La campaña arrancará este mismo otoño. «Equipos psicológicos visitarán todas las aulas de 2º y 4º de ESO para abordar estos objetivos junto al bullying. Ir al instituto no puede ser para nadie un sufrimiento y esta es una cuestión de corresponsabilidad», afirmó Puig.

El líder del Consell también puso el foco en el entorno de los acosadores y animó a las familias de estos a «evitar esta crueldad». «Todos debemos estar absolutamente pendientes porque si no prevenimos adecuadamente los resultados son terribles».

Tal y como explica Valls, detrás de esos agresores muchas veces hay una separación de los progenitores; fallecimientos de seres queridos; problemas académicos o consumo de sustancias. El psicólogo también ha animado a los padres a ser conscientes de las actitudes de sus hijos, fomentar el diálogo y nunca mirar hacia otro lado.