La bacteria ‘come carne’ mata a una mujer

La víctima se infectó con una fascitis necrotizante tras sufrir un corte en la pierna mientras paseaba por una playa

Una mujer estadounidense ha muerto dos semanas después de contraer la denominada bacteria «come carne» mientras caminaba por la costa de la isla Anna Maria en Florida. Carolyn “Lynn” Fleming de 77 años se encontraba de vacaciones con su hijo Wade, quien había ido a visitarla junto a su familia, cuando sucedió el trágico accidente.

Según recoge la CNN, el suceso se produjo durante un paseo por la orilla en el que Lynn se tropezó realizándose un corte en la espinilla izquierda que fue limpiado y vendado por el equipo de salvamento de la zona sin dar mayor importancia por no mostrar ningún tipo de síntoma inusual.

Conforme fue avanzando el fin de semana, las quejas de la fallecida fueron in crescendo hasta que dos días después el corte se había enrojecido causando hinchazón en la zona y fiebre. Fleming acudió al servicio de urgencias donde se le administró la vacuna contra el tétanos y se le recetó un fármaco antibiótico para paliar la infección.

Las alarmas se dispararon cuando unos amigos de la víctima fueron a su casa a llevarle el medicamento y la encontraron inconsciente con la zona de la herida negra. Una ambulancia trasladó a Fleming hasta un hospital de Florida en el que se le diagnóstico de fascitis necrosante, una infección que destruye la piel y el tejido muscular por la entrada de la denominada bacteria «come carne».

A pesar de la realización de varias cirugías, la infección se había extendido rápidamente y causó en la paciente dos ataques y una sepsis que acabaron con la vida de la estadounidense y es que según los Centros de Prevención y Control de Enfermedades, 1 de cada 3 personas que padece fascitis necrosante termina falleciendo.

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Imagen de la vibrio vulnificus, la bacteria «come carne».

¿Qué es la bacteria come carne?

La vibrio vulnificus es una bacteria más propia de playas del norte que con el calentamiento global se ha propagado a zonas de agua cálida. Aunque se puede contraer por medio de marisco contaminado, la forma más habitual es por medio de heridas abiertas que entran en contacto con el agua en el que se encuentra este patógeno.

Aunque normalmente se dan síntomas leves como pequeñas infecciones o gastroenteritis, existen casos en personas con déficit inmunológico que pueden contraer septicemias, infecciones de piel o sangre e incluso fascitis necrotizantes que lleven a la muerte.

Para evitar cualquier tipo de infección por medio del contacto con la piel, los expertos recomiendan no bañarse si existe una herida abierta que todavía no ha cicatrizado o protegerla con un vendaje impermeable. En el caso del marisco es aconsejable que siempre esté bien cocinado para reducir el riesgo y evitar ingerir todo aquel que esté crudo o poco cocido.

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