Una firma valenciana desarrolla cepas bacterianas para producir y exportar yogures infantiles al mercado chino. La Conselleria de Innovación financia esta iniciativa. El yogur actual no es apto para el consumo debido a que predomina el ácido acético, en lugar del láctico, lo que da lugar a un sabor ácido y desagradable, comparable al vinagre.
Actualmente, las cepas permitidas para elaborar yogur de categoría ‘baby’ en este país asiático generan un sabor y aromas no satisfactorios. Estos tienen compuestos químicos, denominados metabolitos, que se producen durante la fase de fermentación de la leche. El objetivo es incorporar nuevas técnicas y desarrollos en el proceso de fermentación para mejorar las propiedades del producto final.
La firma valenciana Alnut impulsa este proyecto, denominado ‘BABYGURT’, con impacto en la cadena de valor empresarial. La iniciativa pretende superar las barreras regulatorias para acceder al mercado chino, tras la modificación de las cepas hasta ahora autorizadas para la elaboración de yogur de calidad ‘baby’ en este país. Un cambio legal que ha limitado, en la práctica, la exportación de este tipo de productos desde terceros países.
Los trabajos con las cepas bacterianas ahora se centran en introducir las modificaciones oportunas para producir un yogur con propiedades organolépticas óptimas. Siempre con las mismas cepas autorizadas, un yogur con propiedades organolépticas óptimas, de alta calidad y apto para el consumo.