El Valencia CF dio una muy buena imagen en el Camp Nou en la ida de las semifinales de Copa del Rey pese a perder 1-0 ante el FC Barcelona, en un encuentro en el que los jugadores blanquinegros realizaron un enorme y fantástico esfuerzo defensivo, con un planteamiento muy serio y gran trabajo solidario ante un rival que sólo pudo marcar un gol y que deja la eliminatoria por decidir en Mestalla. La afición valencianista, sin duda, tendrá un papel decisivo.

Marcelino afrontaba este primer asalto con las importantes bajas por lesión de Kondogbia, Guedes y Garay, a la que se unía la de Murillo, en la última fase de recuperación. El Valencia CF salió intenso como no podía ser de otra forma ante un FC Barcelona que salió con la idea de encerrar a los de Mestalla en su área, con Messi de protagonista principal en ataque. Insistió en muchas combinaciones de una a otra banda con el objeto de abrir huecos en la concentrada defensa blanquinegra que se multiplicaba sobre el césped. Todo lo contrario que los de Marcelino, que buscaban ser directos y verticales con Vietto que metía miedo con sus buenos movimientos y centros que buscaron sin premio a Rodrigo.

La presión tan adelantada del Barça en campo contrario obligaba al Valencia CF a estar siempre muy atento y ser muy preciso en los pases, ya que cualquier error era aprovechado por el rival para recuperar pronto el balón y reiniciar las acciones ofensivas. No es nada fácil poder contrarrestar este estilo de fútbol, pero en la primera media hora los de Ernesto Valverde no crearon apenas peligro en el marco de Jaume que se veía muy bien arropado por sus compañeros, todos muy solidarios.

Pasaban los minutos y el Valencia CF aguantaba con raza y orgullo el empuje azulgrana. Sergi Roberto hizo una durísima entrada a Andreas en el centro del campo que dejó al atacante cojeando durante los compases finales de la primera mitad. El colegiado le mostró tarjeta amarilla cuando podía ser de otro color, ya que fue una entrada a destiempo con los tacos por delante del lateral que tuvo el castigo menor.

Mientras tanto, Jaume estuvo muy listo en un centro de Iniesta que el meta tocó lo suficiente para que Luis Suárez no llegara a conectar el balón desde muy cerca. El FC Barcelona no encontraba ningún hueco y los de Mestalla, en el último suspiro, se acercaron al gol con un potente disparo con la izquierda de Montoya a bote pronto desde fuera del área que salió fuera por muy poco.

Fue, sin duda, la mejor ocasión visitante que dio paso al descanso con el empate inicial después de un primer asalto en el que el Valencia CF defendió muy bien, con las líneas muy juntas, y con mucho orden a un enemigo en gran momento y casi imparable esta temporada.

Maksimovic tuvo que reemplazar al lesionado Andreas en el segundo tiempo. El serbio ocupó su zona y el Valencia CF peleaba por no desordenarse y tratar de tener más control del balón. Había otro plan en el Camp Nou. En el minuto 51 y después de una fase de mayor dominio visitante Parejo chutó raso y Cillessen detuvo bajo con seguridad. Poco después una impresionante galopada de Maksimovic no culminó por un inoportuno resbalón del centrocampista en el centro. El Barça ya no lo tenía tan claro, hasta el punto que Valverde metió a Coutinho para cambiar esa dinámica.

Pasada la hora de juego, una acción personal de Messi se la puso en bandeja a Suárez en el segundo palo para hacer el 1-0 de cabeza. Una pena de ese gol azulgrana porque llegaba en los mejores momentos del Valencia CF. Pero había tiempo por delante y los de Mestalla no perdían la cara al partido ni a su contrincante. Así Coquelin, desde fuera del área, lanzó alto por poco.

Con la mínima ventaja local, Marcelino echó mano del juvenil Ferran Torres para acelerar el fútbol. El internacional estaba concentrado con la selección Sub 19 en Las Palmas de Gran Canaria pero el técnico le llamó a filas para jugar en Barcelona. Quería un revulsivo. Mientras, Jaume estuvo providencial con las manos a un zapatazo de un ex compañero Paco Alcácer.

El partido estaba siendo emocionante con un Valencia CF que no había dicho la última palabra en el Camp Nou. Quería un gol que sería muy importante de cara a la vuelta en Mestalla la próxima semana. Y lo tuvo Santi Mina, pero la rápida salida del meta impidió el empate, y en el descuento el gallego remató de cabeza alto cuando estaba en una gran posición para marcar. No se movió el marcador y Mestalla decidirá el finalista la próxima semana. Este equipo junto a su afición puede lograrlo. Claro que sí. Amunt.