Era poco después de las 9:30 de la mañana del 8 de febrero de 2017 cuando las primeras llamas comenzaban a prender en la empresa química Indukern. Un operario de 27 años se encontraba en pleno trasvase de productos con acetona pero algo salió mal en su ejecución. El resultado fueron cinco empresas arrasadas y una evacuación de más de 3.000 trabajadores. Hoy, un año después del suceso, muchos lo recuerdan con total claridad.

Tras el incendio, la seguridad del Polígono Fuente del Jarro se puso sobre la mesa de todas las administraciones públicas. Mejorar los accesos desde la V-30, construir un segundo túnel o ampliar la red de hidrantes para garantizar la extinción de cualquier incendio de la zona fueron algunas de las promesas que se realizaron. Sin embargo, un año después las soluciones continúan sin llegar, una situación que preocupa a los trabajadores de Paterna.

El balance actual es el siguiente: una empresa cerrada (Caselli), otra en construcción (Gourmet) y dos trasladadas (Arppe y la propia Indukern). Sólo una de las cinco afectadas, Albir Producciones, ha podido retomar su actividad tras la reconstrucción de la nave calcinada.

Ahora sólo falta saber el resultado del proceso de peritaje iniciado por las aseguradoras y ver si se cumplirán todas las mejores prometidas para este polígono industrial, uno de los más grandes de España.