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La consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, ha anunciado que Confluència de la UTE de arquitectas valencianas formada por Quintana-Peñín, ha sido el proyecto elegido para «la renovación urbanística con criterios claramente integradores y sostenibles» de la Plaza de Brujas, la Lonja, el Mercado Central y la Iglesia de los Santos Juanes de Valencia.

Así lo ha decidido por mayoría el jurado de expertos que ha elegido este proyecto ganador entre las tres propuestas que mejor puntuación habían obtenido de las 21 presentadas en total. Los tres proyectos finales habían incorporado cambios después del proceso de participación pública contemplado en el concurso de ideas que por primera vez había planteado la Generalitat.

De esta manera, la consellera ha explicado que el jurado ha valorado del proyecto de Elissabet Quintana y Blanca Peñín «la puesta en valor y mejora de la integración de los monumentos existentes en el espacio urbano, así como la claridad en la definición del espacio público y el paisaje sin desvirtuar el carácter unitario que da identidad al conjunto».

Igualmente, «se ha reconocido la forma en la que se utiliza e integra el elemento verde con los pavimentados, priorizando el uso de estrategias que contribuyen a reducir el efecto ‘isla de calor’ con criterios claramente sostenibles y trabajando el ciclo del agua». Por último, se ha valorado también «la incorporación de criterios de perspectiva de género así como la propuesta de espacios suficientemente accesibles y seguros, que permiten y facilitan la integración de cualquier persona».

Un entorno emblemático

Para Salvador, «un entorno tan emblemático y de tanta calidad para la ciudad de València requería el mejor tratamiento y la máxima participación» y, por ello, se optó por la fórmula del concurso de ideas que «a pesar de que se tarde más en realizar las tramitaciones, vale la pena porque es enriquecedor, se da oportunidad al talento y a los ciudadanos para aportar sus ideas».

De hecho, ha señalado que una de las principales novedades incorporada después del proceso de participación pública ha sido «el tratamiento de los espacios públicos con criterios de accesibilidad, para ser usados por todos desde los más mayores a los niños».