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Tuvo fe el Espanyol en la remontada de una eliminatoria aristada después de la victoria conquistada por el Levante en el encuentro disputado en el RCDE Stadium hace tan solo una semana tras las dianas de Ivi y de Morales. De hecho, en treinta minutos letales dejó patente cuáles eran sus intenciones reales. No hubo dudas. La convicción marcó cada uno de sus pasos. Leo Baptistao y Gerard dinamitaron las esperanzas azulgranas en dos mortíferos contragolpes lanzados por las botas efervescentes de Jurado. La puesta en acción de la escuadra que prepara Quique Sánchez Flores fue contundente siguiendo el plan estratégico planteado por el técnico espanyolista en las horas previas al arranque del encuentro copero. No fue una afirmación sin sustancia.

El Espanyol rastreó los espacios por conquistar y generó una sensación de vértigo pronunciada. El Levante conjugó con la incertidumbre prácticamente desde el nacimiento de la cita de retorno de los octavos de Final. La noticia era preocupante por su significado. El miedo era palpable. Jason pudo cambiar el diseño de la confrontación en la reanudación. Su cabezazo, marcado por la ortodoxia en el ataque del cuero, se estrelló de bruces en la madera de la portería defendida por Diego López. Antes Baptistao había tocado con delicadeza ante la salida de Raúl y Gerard cerró una jugada de raíz demoledora, ante la concatenación de rechaces, para empinar el enfrentamiento. Jason capitalizó la primera aproximación de las huestes azulgranas sobre el marco de su adversario. Fue en el minuto cincuenta y cuatro.

En esa fase del duelo, Muñiz ya había agitado el banquillo con virulencua en busca de soluciones tangibles que pudieran mutar la huella del partido. El desafío era regresar a un choque alambicado. Ivi y Boateng emergieron al verde desde el banquillo con el fin de registrar más munición en esa zona de la superficie del campo en la que se decantan las confrontaciones. Y Morales no tardó en seguir las pisadas de sus compañeros de banquillo para sumarse al envite. La aparición del Comandante fue celebrada por la grada del Ciutat de manera apasionada. Morales tiene ascendente sobre los partidos y también sobre la masa social azulgrana. Tiene talento y fuerza mental para girar tendencias enrevesadas. En la eliminatoria anterior su instalación sobre el pasto fue decisiva para acabar con las aspiraciones del Girona, pero, en esta ocasión, el cronómetro volaba hacia su ocaso sin que la sociedad de Orriols fuera capaz de transformar el partido.

Fuente: Levante UD